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Con el campo detrás de la oreja

Aunque nací en Santiago, mis padres nacieron en el campo. Ambos desde muy muchachos dejaron el campo y se mudaron para Santiago. En particular, mi padre nos contó que nunca le gustó vivir en el campo, pues ahí casi lo único que se puede hacer es sembrar, trabajar con la tierra.  En una ocación sus padres lo llevaron a Santiago y el se quedó fascinado en la forma en que se vivia en una ciudad en comparacion con el campo. Desde entonces él se puso la meta de abandonar su sitio de origen para irse a una ciudad. Asi que cuando tenia unos once años de edad, se mudó para Santiago con unos familiares.

Como tenia mis abuelos y tios en el campo iba con mis padres a visitarlos. Me gustaba ir al campo, ya que me ponia en contacto con la naturaleza. Aprovechaba para comer las frutas de los árboles. Era emocionate poder tomar los frutos de la propia mata y probarlos. Recuerdo que mis primos se subian a tumbar cocos y con mucha agilidad los pelaban para nosotros. ¡Qué rico era tomarse el agua directamente del coco!

Pero lo que nunca hice fue dormir en el campo. La oscuridad y las inconveniencias que hay en los campos no permitió que lo hiciera. Tenia miedo que una cacata u otro pájaro se me subiera a la cama. Asi que a pesar de la insistencia nunca pernoté en el campo. No viví la experiencia de pasar y amanecer en el campo. Y ustedes amigos ¿Han pasado la noche en un campo?

5 comentarios:

Majarete dijo...

En Estados Unidos, en el verano mucha gente se va de camping para una montaña. Arman una casa de campaña y duermen en el piso. A muchos americanos le gusta esa experiencia.

Me han invitado, pero he rechazado la oferta. No acabo de asimilar la idea de dejar mi dulce cama para dormir a cielo raso en el piso. No sé...quizás algún dia lo haga.

Juana dijo...

Hola, te cuento que a mi me gusta la naturaleza, pero (siempre hay un pero) no soy muy amiga de la vida campestre, le tengo miedo a esas benditas arañas cacatas y las incomodidades que se viven en las areas rurales no son de mi agrado.

Yo he dormido en el campo, imaginate en una hàmaca, pues me negaba a amanecer en la cama que me habian ofrecido, me daba miedo que se subiera algun animalito a la cama. De eso hace muchos años y aun lo recuerdo con cariño ya que la gente del campo son mucho màs amables y desinteresados que los que viven en el area urbana.

Tambien me gusta la comida del campo, esas señoras campesinas son verdaderas cocineras y si te brindan algo lo hacen sin tacañeria, cosa que no sucede en la capital.

Espero que estès pasando una linda semana santa.
Salu2!

Juanml dijo...

Pues a mi siempre me ha gustado el contacto con la naturaleza, y he amanecido en campos y playas, pues cuando estaba en el Colegio ingrese a los boy scouts con esa intencion, para participar en los numerosos campamentos que celebraban. Una sola vez pase un susto, y fue en una playa (Najayo), senti un gran peso en el pecho (de madrugada, estaba dormido) y crei era alguno de los muchachos relajando, cuando desperte vi que era "algun" animal que tenia encima, le di un tubazo y al dia siguiente a cierta distancia encontre muerto tremendo cangrejo, un ejemplar gigante, como dije antes fue el unico susto.

Desde que me mude a Canada he intentado irme de camping en algun verano (y te dire que tambien acampan en Invierno en medio de la nieve, pero no con la frecuencia que se hace en Verano), pero no he tenido la oportunidad, uno de los motivos es que no tengo amistades cercanas (solo conocidos por via de la esposa y del trabajo, y ahora en mi nuevo trabajo es que por primera vez trabajo con par de latinos, pero no tenemos el mismo estilo de vida en cuanto a las actividades que me gustan, que son al aire libre). Algunos parientes de la esposa nos invitan en sus RVs (los trailers o casas moviles) pero solo hemos compartido de pasadia en algunas playas (he puesto fotos en el blog) pues mi esposa es de tu team, no le gusta pasar mala noche en uno de esos vehiculos. En fin no siempre hay la facilidad de hacer lo que a uno le gusta, pero no pierdo la esperanza.

Awi dijo...

En mi niñez mis hermanas y yo llorabamos por quedarnos en el campo ahora cuando vamos a visitar a nuestros familiares alla venimos el mismo día. Para los niños el campo es como libertad, uno se iba para el conuco a encaramarse en matas, correr libremente y disfrutar del ambiente.

Patricia 333 dijo...

Me encanta el campo pero al igual que tu no puedo quedarme a dormir , una vez lo intente y no pude me pase toda la noche en vela

Un abrazo