A todos los dominicanos que estamos fuera del pais nos preocupa grandemente los secuestros que en los últimos tiempos se están produciendo en todo el pais. Anteriormente cuando uno escuchaba la palabra 'secuestro', de inmediato pensaba en México y Colombia, nunca en la República Dominicana. En los paises ya mencionados el secuestro es algo cotidiano, pero no así en Santo Domingo.
A pesar de los grandes esfuerzos de la policia, todavia no han podido dar con el paradero del secuestrado, del cual piden solamente cinco millones de dólares, sin hacer ningún descuento. ¡Que lamentable que un pais tan bello, tranquilo y sano, halla caido en esa delincuencia!
Un amigo que se puede decir que es millonario, me confesó su temor. Cuando él está comiendo con su familia en un restaurant o saliendo de un mall, anda con el miedo de que lo vayan a secuestrar. Ya en diferentes ocaciones ha conversado con su esposa en cuanto qué hacer ante la eventualidad de un secuestro.
Como vemos, ni el rico ni el pobre pueden vivir en paz y tranquildad. El rico teme que le puedan hacer daño a uno de los suyos. El pobre, en tanto lucha y se afana de cómo conseguir el 'moro'. Si las cosas siguen como van - que parece que seguirán asi - el dominicano tendrá que tomar medidas un tanto drástica como la señora de la foto que porta un casco protector. ¡Que Dios nos agarre confesados!
A pesar de los grandes esfuerzos de la policia, todavia no han podido dar con el paradero del secuestrado, del cual piden solamente cinco millones de dólares, sin hacer ningún descuento. ¡Que lamentable que un pais tan bello, tranquilo y sano, halla caido en esa delincuencia!
Un amigo que se puede decir que es millonario, me confesó su temor. Cuando él está comiendo con su familia en un restaurant o saliendo de un mall, anda con el miedo de que lo vayan a secuestrar. Ya en diferentes ocaciones ha conversado con su esposa en cuanto qué hacer ante la eventualidad de un secuestro.
Como vemos, ni el rico ni el pobre pueden vivir en paz y tranquildad. El rico teme que le puedan hacer daño a uno de los suyos. El pobre, en tanto lucha y se afana de cómo conseguir el 'moro'. Si las cosas siguen como van - que parece que seguirán asi - el dominicano tendrá que tomar medidas un tanto drástica como la señora de la foto que porta un casco protector. ¡Que Dios nos agarre confesados!
3 comentarios:
Es cierto que no importa el sector social a que se pertenezca en el pais todo el mundo vive asustado, un fenomeno nuevo entre la clase alta del pais. En cuanto a los secuestros hasta ahora casi todos los casos estan relacionados con "ajustes" de cuentas, sobretodo personas que se dedicaban a actividades ilicitas en USA, se "tumbaban" entre ellos, y de regreso al pais esa es la forma en que se cobran deudas viejas. Incluso por ese motivo fue que empezaron a llegar Colombianos al pais (aunque reconozco que no es bueno ni justo mencionar nacionalidades, lamentablemente un grupito es que desacredita a la mayoria y de paso a esa gran nacion), pues en un principio los contrataban para esas labores, luego los mismos dominicanos lo hacian. Fuera de ese escenario han sido muy pocos los casos de secuestro a algun rico tradicional del pais, pero no se descarta que en un futuro esa actividad tambien los alcancen, pues cada dia la delincuencia en todas sus manifestaciones gana mas fuerza en el pais.
El problema social nuestro es muy complejo y son muchos los factores que influyen en la descomposicion que tenemos, es raro encontrar una familia (por lo menos en la ciudad Capital) en que algun miembro no haya sido victima de la delincuencia. Solo nos queda repetir la ultima frase que escribiste: "que nos (o los) agarren confesados".
Bueno, como va esto no sabemos a donde iremos a parar.
Cada semana, es frecuente ver bajar de aviones a deportados que han cumplido todos tipos de condemas en EEUU.
Fíjense que la petición de liberación de cualquier secuestrado se hace en dólares.
Majarete, no te declares con millones, para evitar todo estos malos ratos.
Bye.
Rafa,
Es alarmante la situación que se está viviendo en nuestra isla. Cuando me pregunten ¿Y que has hecho con los tantos años de trabajo en NYC? Les contestaré me lo gasté todo viajando por el mundo.
Mientras me permitan estar aquí en los 48 estados no me preocupo por ahora de regresar a jubilarme allá.
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