Este fin de semana me visitó un amigo; uno de los más fieles que tengo. Casi siempre concordamos en la mayoria de los asuntos. Conversamos de muchos temas, pero al final terminó hablando de sus hijos y en la forma que los disciplina.
Me relató los problemas que está pasando con el varón de catorce años. Me dijo que recien, su hijo lo engañó o le mintió en algo. Entonces, como medida disciplinaria castigó a su hijo sacandole la television por todo un mes de su habitacion. A las dos semanas del castigo, el hijo casi se le arrodilla pidiendole perdón y diciendole que le entrara de nuevo la television a su cuarto. Sin embargo él se negó rotundamente, alegandole que cuando el dicta algo, eso hay que hacerse pese a quien le pese. A su vez el hijo le dijo que Dios perdona y no nos toma en cuenta los errores. Pero el padre no entró en razones con su hijo. cumpliendo asi su promesa de cero tv en su cuarto por todo un mes.
Los castigos deben ir en proporcion al mal cometido. En muchos casos la disciplina es muy severa. A veces la disciplina se toma en un momento de discusion con el hijo. Y después cuesta reconocer que nos excedimos en el castigo, pero para no parecer débiles o flojos, no nos retractamos. Mi temor que antes esos casos, esos muchachos crezcan con resentimiento y que crean que con ellos no fueron justos, sino abusivos, porque nunca se les tomó en cuenta sus sentimientos.
Posiblemente ese muchacho ya adulto, en su trabajo sea irrazonable e intransijente con sus compañeros de trabajos, pues en su casa, sus padres no cedian ni un ápice en sus decisiones. Y cuando se case, sea igual con su esposa y sus hijos. Y es que nuestros hijos serán con los demás, lo mismo que nosotros fuimos con ellos.
Claro, este padre toma esas actitudes porque quiere a su hijo y cree sinceramente que es para su beneficio y para darle una lección. Pero a menudo lo que sucede es que lo que hacemos con los hijos son ensayos de laboratorios. En estos lugares, los especialistas hacen muchas pruebas o ensayos para lograr ciertos resultados. De tantos pruebas, al final dan con lo que buscan. De igual modo, muchos padres ensayan con la disciplina y correción de sus hijos, esperando tener buenos resultados. Pero, en ocaciones lo que logramos es tener hijos acomplejados y resentidos. Nosotros, como padres, tenemos una gran responsabilidad. Debemos prepararnos e investigar sobre la mejor forma de educar y disciplinar a los hijos.
Me relató los problemas que está pasando con el varón de catorce años. Me dijo que recien, su hijo lo engañó o le mintió en algo. Entonces, como medida disciplinaria castigó a su hijo sacandole la television por todo un mes de su habitacion. A las dos semanas del castigo, el hijo casi se le arrodilla pidiendole perdón y diciendole que le entrara de nuevo la television a su cuarto. Sin embargo él se negó rotundamente, alegandole que cuando el dicta algo, eso hay que hacerse pese a quien le pese. A su vez el hijo le dijo que Dios perdona y no nos toma en cuenta los errores. Pero el padre no entró en razones con su hijo. cumpliendo asi su promesa de cero tv en su cuarto por todo un mes.
Los castigos deben ir en proporcion al mal cometido. En muchos casos la disciplina es muy severa. A veces la disciplina se toma en un momento de discusion con el hijo. Y después cuesta reconocer que nos excedimos en el castigo, pero para no parecer débiles o flojos, no nos retractamos. Mi temor que antes esos casos, esos muchachos crezcan con resentimiento y que crean que con ellos no fueron justos, sino abusivos, porque nunca se les tomó en cuenta sus sentimientos.
Posiblemente ese muchacho ya adulto, en su trabajo sea irrazonable e intransijente con sus compañeros de trabajos, pues en su casa, sus padres no cedian ni un ápice en sus decisiones. Y cuando se case, sea igual con su esposa y sus hijos. Y es que nuestros hijos serán con los demás, lo mismo que nosotros fuimos con ellos.
Claro, este padre toma esas actitudes porque quiere a su hijo y cree sinceramente que es para su beneficio y para darle una lección. Pero a menudo lo que sucede es que lo que hacemos con los hijos son ensayos de laboratorios. En estos lugares, los especialistas hacen muchas pruebas o ensayos para lograr ciertos resultados. De tantos pruebas, al final dan con lo que buscan. De igual modo, muchos padres ensayan con la disciplina y correción de sus hijos, esperando tener buenos resultados. Pero, en ocaciones lo que logramos es tener hijos acomplejados y resentidos. Nosotros, como padres, tenemos una gran responsabilidad. Debemos prepararnos e investigar sobre la mejor forma de educar y disciplinar a los hijos.
4 comentarios:
El problema esta en como darle obediencia, sin pecar de injustos o de pendejos!!
Muy ciertas tus palabras... Ahora que estoy cursando un curso pre-matrimonial nos explican lo importante que es nuestra familia de origen, lo que traemos de allí... Si traemos resentimiento eso mismo podriamos repetir en nuestra nueva familia pues uno tiende a repetir lo que uno vivió en su familia...
Los nuevos padres deben reflexionar en lo bueno y lo malo de su famila de origen para saber que va a llevar a su nueva familia.
Amor? Rectitud?, Falta de comunicación? Unión?
Magdelyn, gracias por tu visita y comentario.
Como trabajaba mucho siempre mi esposa se encargaba de la disciplina. No se puede ser tan rudo algunas veces hay que ser flexible y perdonar y hablarle simepre y dar el buen ejemplo.Ese padre está pasado!aunque los varones son terrible los que nacen aquí si te flojas se convierten en parásitos, vagos, no motivados, no le gustan estudiar, ni conseguirse un part time. De las hembras solo tienes que hablarle para que no te lleven un bastardito a tu casa, pero son más ordenadas, trabajan, ayudan, estudian. Si yo hubiese nacido aquí posiblemente seria también un tremendo vago. Los padres lo dañan dandole todo es como engordar un gato no se motiva para cazar ratones. Ah tengo 3 hijas y como 5 sobrinos y he visto el ejemplo.
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