Páginas

El apoyo de una buena esposa

Ayer visité un amigo que lleva dos meses en el hospital. El amigo tenía 15 años con una cadera de metal. Pero desde el año pasado venia teniendo problemas porque la cadera tenia un virus, el cual le estaba comiendo el hueso. Asi que el tipo tiene dos meses hospitalizado. Primeramente le combatieron el virus y luego le pusieron una nueva cadera de metal.

Ha sido dos largos meses de incomodidades y sufrimiento, pero a pesar de todo, su satisfación, si se puede decir asi, es su familia, en particular su esposa. El confiesa que su ayuda ha sido muy valiosa. Cuando el no podia moverse de la cama, ella antes de ir a su trabajo, pasaba por el hospital para bañarlo y asistirle en sus necesidades fisiológicas, que aunque las enfermeras hacen ese trabajo, el preferia que su esposa lo ayudara. Ella ha estado con él todo ese tiempo. Antes y después de ella ir a su trabajo pasa por el hospital para apoyarlo y estar con él en todo momento. En verdad ella ha sido una gran ayuda para mi amigo.

Con esto quiero enfatizar algo que muchas veces se pasa por alto: Las mujeres no solo están para tener sexo con ellas. Más ellas son nuestras mejores amigas, amantes y compañeras. siempre están a nuestro lado cuando estamos enfermos. En momentos de crisis es, como la que está pasando mi amigo, es que muchos reconocen el papel y la labor tan valiosa que hace una esposa. Claro el tiene dos hijas pero estan relativamente jóvenes. Las hijas los visitan, pero una está casada y la otra trabaja. Es decir que tienen sus propias preocupaciones, pero nunca van a prestar la ayuda y el servico que hace la esposa.

Y expreso esto, porque hay un locutor en New York- Alipio Coco Cabrera- que a cada momento se ufana, se orgullece de decir que está soltero, que tiene la libertad de salir y llegar a su casa a la hora que le da la gana sin rendir cuentas y sin que nadie lo llame para preguntarle a dónde está y a que hora llegará a su casa ect.

Pero a mi no me gusta la vida de soltero. Es verdad que se tiene mucha libertad, pero también se siente mucha soledad. Y mientras más años cumplimos, menos salud tenemos. De manera que el apoyo y el amor de una buena esposa y compañera es muy valiosa. En la situación de mi amigo, quizás la única que podia hacer la labor que está haciendo su esposa, es su madre, pero como muchos de nosotros, ya la madre está muerta. Y con las hijas no se puede esperar mucho de ellas y más si están casadas y son muy jóvenes.

Que Dios no lo permita, uno nunca sabe, espero no pasar por una convalecencia tan larga en un hospital. Aunque sé que si se presentara esa situación mi esposa estará a mi lado. Y hago énfasis en la esposa, porque las mujeres tienen el cariño maternal. Están entrenadas y tienen la experiencia del cuidado de los hijos. De tal manera que se prestan más que el hombre para asistirle ect.

Mi amigo ama mucho a su esposa, pero sé que si la situación fuera al revéz, donde ella fuera la enferma, él no le prestaria el mismo servicio y ayuda como ella lo está haciendo, claro está que hay excepciones. Hay recordar cuando éramos niños, nunca nuestro padre nos iba a cuidar igual como nuestra madre. Esa es una realidad que no se puede obviar.

El noviazgo en la adolescencia

Una de las cosa que muchos padres temen cuando sus hijos (a) les llegan a la adolescencia es que se inquieten y empiecen a tener sus noviecitas a escondidas. Y es algo un tanto preocupante, porque hace varias décadas el  tener una novia no es lo mismo de hoy dia. La moral ha cambiado mucho y dista bastante a la de antaño.

Antes, el tener a una compañera de escuela de novia, lo más que se hacia era una agarradera de manos y uno que otro besito. Hoy en dia los adolescentes ya no se satisfacen con ese tipo de emociones. Lo de ahora es que a muchas muchachas se averguenzan de ser vírgenes. Incluso hasta se le entregan a cualquiera con tal de vivir la experiencia de estar con un chico y no ser señoritas. Ya el sexo oral es muy común entre muchos adolescentes.

De ahí que muchos padres desean que sus hijos se concentren en sus estudios y no se distraigan buscando novios. Hace poco les conté la experiencia de una hermana de mi esposa, la cual tiene una hija en la universidad, pero la cuidaba tanto de los muchachos, que no pudo impedir que la hija saliera embarazada. Y todo pasó a espaldas de ella. Y como salió en estado se atrasó en sus estudios.

Y precisamente ese es el temor de muchos padres: que su hija en plena escuela o universidad les salga en estado y no pueda continuar en sus estudios. Claro que los padres les advierten, pero los muchachos creen que se la saben todas y que ellos saben como manejar bien todas esas situaciones, es decir que son muy confiados. Y por eso se meten en muchos problemas.

En mi adolescencia también llegué a sentir la curiosidad de tener una novia cuando estaba en el colegio. Eso es algo normal, pero ahora a uno le da miedo que nuestros hijos tengan sus novios, por la baja moralidad que hay hoy en dia. En aquel tiempo habia más inocencia, pues no existía la internet, la cual le ha abierto demasiado los ojos a los adolescentes hacia la lujuria y lo prohibido.

Un buen números de padres les han prohibido a sus hijos que tengan novios. Pero muchos los tienen a escondidas. Claro que cuando los padres les preguntan al respecto, estos mienten y lo niegan para evitar confrontaciones con sus padres. Pero en vista de todo lo dicho lo ideal es que los jóvenes se concentren en sus estudios. Eso pensamos como padres, pero pocas veces los jóvenes entienden eso.

En la abundancia de palabras hay pecado

En mi trabajo a veces tengo que laborar en la zona donde hay puras mujeres. Pero cuando me toca termino el dia un poco perturbado. Y es que se pasan todo el santo dia hablando. No sé de dónde se inventan tanto temas para conversar sin parar.

Por mi parte les diré que me gusta hablar, pero no de esa forma tan desmedida. No me gusta hablar demasiado porque como dice la bilbia en la abundancia de palabra hay pecado. Cuando se habla demasiado se corre el peligro de caer en el chisme y la calumnia. Entre las conversaciones de mis compañeras de trabajo he escuchado cosas que ya caen en lo personal y privado de las personas.

Es muy difícil en una conversacion muy prolongada no caer en el chisme. Y entrometerse en la vida privada de los amigos familiares y compañeros de trabajo es muy común entre las mujeres que hablan demasiado. Pero parece que las mujeres vienen de fábrica con la necesidad de comunicarse, de hablar, de expresarse. ¡Senciillamente son asi!

En este sentido hay una gran diferencia entre el hombre y la mujer. Mientras la mujer cuando algo le preocupa, le inquieta o necesita desahogarse lo hace hablando. El hombre por el contrario cuando algo nos preocupa tendemos a callar y guardarnos el problema. A mi mismo me pasa y no sé por qué reacciono de esa manera. Y ciertamente que el hablar y conversar seria una forma de desahogarme y quitarme presión, pero en mi - y en muchos hombres - no es natural ser como las mujeres.

Entre los escritos que he leido sobre el tema, dicen que las mujeres tienden hablar demasiado por la forma en que está hecho su cerebro. Y hay que admitir que ellas dominan, manejan muy bien el idioma. Las mujeres son muy buenas describiendo o contando un suceso. Por ejemplo si alguien llama por teléfono a un hombre y le dice que su hermano está en el hospital, cuando la esposa le pregunta de que pasó; el hombre lo más que tiende a decir: mi hermano está hospitalizado. No obstante si es a la mujer que la llaman y el hombre le hace la misma pregunta, ella le hace la historia completa con todo lujo de detallles.

Y si que debe ser algo cerebral, porque las mujeres saben expresarse mejor, describir y detallar lo que están observando. Por eso es que cuando pasa algo en mi familia que desconozco, llamo a mi hermana, la cual me explica muy bien lo sucedido. De tal forma que el hablar demasiado tiene sus inconvenientes, pero también tiene sus ventajas. Pero prefiero no hablar demasiado, para no caer en el chisme, la calumnia y meterme en lo que no me importa.

Lo importante de decir No

Hay muchas personas a las cuales les cuesta decir NO, cuando se le pide que haga algo o tan solo se les invita a una actividad. A veces en sus trabajos les piden hacer cosas que no tienen tiempo para realizarlas. Y como no saben decir No; no se niegan, pero tampoco las realizan porque no disponen de tiempo para hacerlas.

En otros casos, a este tipo de personas también les cuesta decir No, cuando las invitan a una actividad recreativa, sea para ir a un parque, un party ect no saben negarse, pero como no les interesa ir a la actividad que la invitaron, terminan mintiendo y dando una excusa del por que no fueron.

En lo particular, cuando me invitan a una actividad que no me interesa asistir, gentilmente les doy las gracias, pero le expreso mi negativa, sin inventarles cuentos ni decirles mentira. También me han invitado a comer y cuando algo no me gusta sencillamente no como. Claro está que le aclaro que la comida está bien preparada, pero que no me gusta  o que nunca he comido eso y ahí me planto. A veces me insisten, pero yo no cedo. Yo no puedo comer algo que no me gusta, pues me cae mal y a veces me manda al baño. Mi esposa es diferente, ella come todo lo que le pongan en la mesa y se lo come, sin importar si le gusta o no.

Los que no saben decir No pasan mucho trabajo y se meten en muchas situaciones difíciles. Simpre me cuido de no forzar ni a mi familia, amistades ect a que hagan a una cosa que no quieren hacer. A veces mis hijos han comprado alguna ropa y me preguntan que si me gusta el color y la moda ect y siempre les recalco que lo importante es que a ellos les guste no a mi. Con eso quiero que tengan confianza en si mismo y que no se dejen llevar ni se  visten para los demás. Todavía ellos no han llegado a mi nivel, pero espero que cuando sean adultos no caigan en el estado de complacencia de decir a todo Si, pues no siempre se puede hacer lo que quieren los demás. ¿Que les parece?

El mejor regalo:nuestro tiempo

En esta semana vi una entrevista que le hicieron al actor Andrés Garcia. Entre las cosas que expresó, me llamó la atención la queja sobre sus hijos:"Uno como padre piensa en el futuro, en la casa, en la escuela de los niños...en ganar más dinero y en ese camino de la vida cometí un grave error. Quise que mis hijos tuvieran lo que yo no pude y me dediqué a tener éxito. Empecé a hacer negocios. A trabajar mucho, filmando novelas y películas. Y ahora resulta que ya son adultos y están resentidos y distanciados de mi a pesar de que me esforcé por darle todo."

Y precisamente ese es el error de muchos padres: Querer que sus hijos tengan lo que ellos no tuvieron, hablando en términos materiales. Y en verdad que muchos de nosotros en nuestra niñez carecimos de muchas cosas materiales, pero lo que nunca nos faltó fue el amor y el cariño de nuestros padres y demás familiares; llámese tíos, hermanos, primos y abuelos.

No obstante muchos padres - como Andrés Garcia, quieren darle a sus hijos lo que ellos nunca tuvieron: buena ropa, juguetes caros, las mejores escuelas y universidades ect. Pero para lograr ese propósito hay que sacrificar algo:el tiempo que se pasa compartiendo con la familia. Y no hay cosa más valiosa que la relación que se cultiva con los hijos cuando son pequeños.

Muchos padres se les olvida que la niñéz es una etapa de nuestros hijos que no vuelve, no regresa. Si los padres están ausente- sea por estar trabajando demasiado  o viajando- en esa etapa del niño, muchos de ellos  creceran con un vacio que los padres no pudieron llenarle. De tal manera que cuando sean adultos se sentirán resentidos y desajustados en la sociedad.

Lo mejor que le podamos dar a nuestros hijos es tiempo, pero tiempo de calidad. Y debemos aprovechar cuando están pequeños, ya que cuando llegan a la adolescencia, por lo general ya ellos se distancian de los padres. Ya no quieren ni andar ni conversar con sus padres, sino con los amigos de la escuela. Y más adelante se  independizan y se casan.

Cuando nosotros pensamos en nuestros padres- que  muchos ya no están- lo que viene a nuestra mente no son las cosas materiales que nos proporcionaron, sino el amor y el buen tiempo que compartieron con nosotros. ¡Qué recuerdos, qué vivencias, caballerro!