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Quisqueya, en un eventual sismo

Desde que ocurrió el terremoto en Haití, la población dominicana no duerme traquila. Mucha de nuestra gente vive  inquieta creyendo que en cualquier momento la casa le puede venir encima. Y para colmo de males, algunos geólogos asegurán que la República Dominicana en cualquier momento puede casi desaparecer, fruto de la falla de Milwaukee.

Me parece que esta información hay que manejarla con más cuidado, para no crear pánico entre la población. Los terremotos no son como los huracanes, los cuales se le puede seguir su trayectoria y medir la fuerzas de sus vientos. Desde que tengo uso de razón estoy oyendo sobre la falla de Milwaukee. Cabe la posibilidad que  ocurra un terremoto de grandes proporciones, pero nadie puede precisar fecha; puede ser mañana o dentro de quinientos años o que nunca pase nada.

Lo que sí me llamó a la atención es lo que dijo el director del CEO, el general Juan Manuel Méndez, de que los organismos de socorro están preparados para un eventual sismo. Conociendo cómo son las cosas en nuestro pais, dudo mucho de tal preparación. Afortunadamente en los últimas décadas, no hemos tenido sismos en gran escala. No tenemos experiencia manejando esas situaciones. Además, cuando pasó el terremoto en Haití, a pesar de la cercanía, aún semanas después, todavia estaban usando ceguetas para cortar piernas y sin anestesia.  Y si el CEO está preparado para un eventual sismo, ¿por qué no prestó más ayuda en Haití, llevando los utensilios necesarios para hacer operaciones?

Si ocurriera un terremoto de gran escala, sí haria mucho daño. Las autoridades gubernamentales casi lo único que pueden hacer es  implementar más regulaciones y códigos de construccion respecto a lo que se construya de ahora en adelante. Es muy poco lo que puede hacerse con lo que está hecho. Lo que sería muy sabio es que las autorides  revisaran las escuelas públicas y las reforzarán, porque en un terremoto los niños son muy vulnerables y su muerte causan mucho dolor.

Nuestra gente no debe paralizarse esperando algo que quizás nunca ocurra. Nadie puede precisar fecha ni hora en un terremoto. Nadie sabe en qué lugar estará en un eventual terremoto, asi que preocuparnos por algo que no podemos controlar es inútil. Cuando uno se monta en un avión, éste se puede caer, pero no por ello dejamos de viajar. Nosotros somos como una vela encendida que de un soplo se apaga. Pero mientras tengamos llama, seguimos alumbrando. ¿Que les parece?

Vivencias escolares

Todos tenemos buenos y malos recuerdos de nuestros años escolares. No me quejo, pues fui un estudiante sobresaliente, aunque no pude ir a la universidad para hacer una carrera. Me gustaba mucho la psicología. Para mi siempre ha sido muy interesante el comportamiento humano, de ahí  que a veces indago en este blog, el por qué de las cosas y de las personas.

Recuerdo como ahora, que todos los viernes habia una materia-no recuerdo cómo se llamaba-en la cual la maestra exigía que cada alumno cantara o recitara un poema. Siempre me negué a cantar, lo más que hice fue recitar"los zapatitos me aprietan, las medias me dan calor". Eso lo más que hice para quitarme la profesora de encima.

Pero eso es algo que nunca le vi sentido. ¿Como un profesor estaba exigiendo a su alumnado que cantara? No todos tenemos la habilidad de cantar ni de hacer una poesía. Para cantar no solo basta el deseo. Hay que tener voz y entonación. Es igual que pintar, la cual requiere cierta habilidad para hacerlo.

A veces me asombro cuando algunos merengueros dicen que ellos formaban parte del coro de una iglesia. Y asombra porque algunos no cantan bien. Es bien conocido que para cantar merengue no hay que saber cantar, sino balbuciar. Está el caso de Musiquito. El mismo decia que el no sabia cantar, sin embargo cantaba. Quizas el director de la orquesta lo animó a cantar. Como Musiquito hay muchos que se paran delante de una orquesta a cantar, pasando por alto que el canto es un arte, un don que pocos poseen. Y ustedes amigos, ¿llegaron a cantar en la escuela?

El derrumbe moral hospitalario

La sociedad actual sufre un vacio de valores y se encuentra fragmentada en muchos estilos de vida. Anteriormente la gente tenía muy claro lo que estaba bien y qué estaba mal, qué era moral y qué era inmoral, qué era honroso y qué era deshonroso y en la actualidad todavia hay muchas personas que saben hacer esta distinción.

Vivimos en un tiempo donde impera el comercialismo, la plata, el dinero. Si para sobrevivir tienen que engañar, pues, se engaña o se miente; sin importar cuanto afecte al prójimo. De ahí que cuando vamos a una tienda para comprar un artículo, el vendedor trata de engatuzarnos, aprovechando nuestra ignorancia para que compremos algo que no necesitamos o que no vale la pena adquirirlo.

Un amigo me contó que en una ocación el tuvo que internarse en una clínica de rehabilitacion, en la cual le ayudarian a caminar por medio de ejercitarle los músculos. Diariamente una indú le daba terapia, pero el no veia mejoria, hasta que un dia una amiga lo visitó y le señaló que hiciera una serie de ejercicios para que nuevamente pudiera caminar y asi el médico le diera de alta. Pues bien, el tipo se llevó del consejo y a la siguiente semana ya estaba en su casa.

El punto es que la mujer que le daba la terapia no está interesada en que él se recupere pronto, porque pierde un  costumer, perdón, un paciente. En los centros hospitalarios privados no somos pacientes, sino clientes. Eso es asi, porque los centros de salud tienen muchos gastos por cubrir y necesitan tener la mayor cantidad de personas internadas para sufragar costos. De ahí que sea tan costoso pisar la puerta de un hospital. Es lamentable que la humanidad haya caido en esa inmoralidad, si se le puede llamar asi. Y usted amigo(a) ¿qué le parece el concepto? 

Haití, nuestro vecino


Los haitianos que han vivido en la República Dominicana, han sido discriminado. Han recibido malos tratos y vivido una vida marginal. Al haitiano se le ha visto como un intruso y como personas no gratas. Por eso algunos piensan que es una hipocresía llamar a los haitianos como nuestros vecinos y hermanos, cuando nunca los hemos tratado como tal.

Sin profundizar mucho en el tema, me parece que hay razones por las cuales el haitiano se le ha marginado. Creo que el asunto va más allá de su negrura. El haitiano tiene otra cultura, religion, lenguaje y costumbres muy diferente a la nuestra. Desgraciadamente los que cruzan la frontera tienen muy poca escuela, por ello muchos consideran al haitiano como un sinónimo de personas brutas e ignorantes, que solo sabia cortar caña.

Recuerdo que cuando estaba en los primeros años de la primaria, en la asignatura de historia patria, se le referia a ellos como personas que querian conquistarnos, creando en los niños cierto resentimientos y mala voluntad hacia ellos. Ahora no sé como en la escuela tratan el tema, pero siendo sincero, creo que quizás me dejé influir por el entorno de ese tiempo.

No estoy de acuerdo con la discrimación ni con el trato injusto que ha recibido el haitiano en mi pais, pero no estoy de acuerdo de hacer los dos paises uno solo. Por las tantas diferencias que hay entre ambos, creo que lo mejor es que cada quien viva donde le corresponda. Y con el terremoto, espero que con la ayuda internacional puedan hacer un nuevo Haití, de tal forma que se minimice el cruce haitiano hacia Quisqueya.

A pesar de las diferencias, el dominicano ha dado mucha muestra de solidaridad y ayuda. Aunque nunca los hemos tratado como nuestros hermanos y vecinos, pero la tragedia ha hecho que por un momento olvidemos el pasado, ¿por qué? porque el dominicano tiene buenos sentimientos y sabe confraternizar en los malos momentos y tiempos de emergencia. Este no es tiempo para sacar "navaja", sino para colaborar. Y tanto el gobierno como el ciudadano común han entendido la necesidad de nuestro vecino y están dandole el auxilio necesario.

La tragedia en Haiti ¿obra de Dios?


Algunas personas de la antiguedad creían que cuando el suelo que pisaban se movia - a causa de un terremoto - esto se debía a que alguna criatura subterránea se había agitado. Otras tambíen pensaban que los truenos, relámpagos y las tormentas eran manifestaciones de peleas entre los dioses.

Para tratar de prevenir desastres, estas personas practicaban religiones con las que esperaban apaciguar a dichos dioses. El libro Desastres explica: Durante la mayor parte de la historia, el hombre ha tratado de explicar las catástrofes naturales que ha sufrido...mediante el folklore, la mitología y la religión.

Todavia en este nuevo milenio, un buen número de personas piensan que los desastres naturales son obras -no de dioses mitológicos- sino de Dios, el Todopoderoso. Sin embargo, recuerdo que mis padres siempre me decían que en Dios no existe la maldad y que él, es todo amor. Incluso en muchos pasajes la biblia dice que Dios es amor.

Hoy en dia, el hombre ha podido identificar las causas de muchas desgracias naturales. Ya se sabe cómo se forma un tsunami. Cómo se forma una tormenta y cómo seguirle su trayectoria. También hay una explicación del por qué tiembla la tierra asi cómo la erupción de un volcán.

Desgraciadamente el pobre es el más afectado ante los desastres naturales. Pero la respuesta no es un misterio. El pobre siempre es el más afectado precisamente por su pobreza. Por ejemplo, al paso de un huracán, los pobres viven cerca de los rios y en barrancones. Con casas techadas con zin viejo, pocas resistentes a los vientos. Mientras el rico vive en casa de concreto y en lugares más seguros. Lo mismo se puede decir de los demás desastres naturales.

Lo que aconteció en Haiti, no fue por obra de Dios, sino por una falla en el suelo de Puerto Príncipe. En el planeta hay muchas fallas. Es bien conocido la sentencia que tiene California, en cuanto a que en un futuro podría desaparecer fruto de un terremoto. En Santo Domingo también existe otra falla, tan solo por citar algunas.

Asi que no pensemos como nuestros antepasados, que los truenos, tornados y terremotos eran provocados por la ira de los dioses. Nuestro Dios no se deleita con la maldad y el sufrimiento de sus hijos. Y desde hace un tiempo ya se conocen las causas de los desastres naturales y por qué los pobres son los favoritos en ser afectados.
Foto tomada del blog vision política, de Karina.