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¡Dime a qué le pones atención y te diré quién eres!

La expresión o frase que lleva el título de este post son del español José Ortega y Gasset. Y son palabras muy profundas para meditar y reflexionar en ellas. Y recalca la importancia de tener mucho cuidado a lo que pensamos y a lo que nos llama la atención en nuestro diario vivir.

¿Qué nos llama la atención? ¿Cuál es nuestro modo de pensar cotidiano? ¿Cuáles son nuestros hábitos mentales?¿ Qué cosas nos atraen fuertemente? Un sinnúmeros de personas se pasan todo el dia lamentándose y quejándose de las personas y de todo aquello que le rodea. Para ellos todas las cosas están desajustadas y no tienen arreglo.

Otros su atención está en las diverciones y las aventuras. Para algunos su vida carece de sentido si no están tomando licor. De lunes a viernes viven apagados, decepcionados; esperando el viernes en la noche para empezar la bebedera. Esos son los únicos dias en que ellos se creen que son felices y están disfrustando de la vida. ¡Qué vida, caballero!

Otros, su atención gira en torno a tener aventuras, como conquistar buenas hembras y gozarlas a plenitud. Y para lograr sus  propósitos, a veces arriesgan su bienestar familiar. Muchos  logran muchas conquistas, las cuales les proporciona muchos placeres, pero ¿a qué costo? al costo de perder a su familia, su trabajo y vivir una vida mediocre. Con el tiempo esas aventuras sólo son trofeos de hojalata, que solamente sirven para contarlas entre trago y trago.

Muchos se llegan a creer que la cerveceras son de ellos y que las mujeres le pertenecen y por lo tanto tienen que gozarlas. Pero pasan por alto el sentido de la vida. Y pocas veces se preguntan ¿Por qué estamos aqui? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Cuál es la mejor manera de conducir mi vida?

Y creo que casi todo,  con moderación y equilibrio se puede hacer. Y que el trabajo no es ningún  castigo de Dios , sino algo que nos hace sentir útiles y personas de bien. Todo está en el equilibrio. No es bueno ni saludable pasarnos largas horas trabajando ni largas horas en la gozadera y todo lo que pueda implicar la palabra.

De tal manera que todo aquello que le roba la atención, que le atrae irresistiblemente: eso determinará quién es usted y qué logrará en su vida. Si será una persona exitosa o un fracaso total.

3 comentarios:

Majarete dijo...

Me gusta y trato de vivir la vida de forma equilibrada. Trabajo lo necesario, evitando el overtime. Pero siempre busco mi descanso y hacer lo que me produce satisfación en la vida. No vivo para trabajar, sino que trabajo para vivir y sostenerme.

Mel C. dijo...

Hola Rafael,
Con las experiencias y vivencias me he dado cuenta que cada cabeza es un mundo. En mi caso yo he trabajado mucho y por igual he podido disfrutar la vida al máximo. Hay personas que como dije en un post no salen a ningún lado y el dinero no es el problema sino que eso no le llama, pero tampoco van a ver un show de un artista o un juego de beisbol son muy tacaños y se cohiben de disfrutar pensando que se van a llevar los $$ a la tumba. Hay otras personas que simplemente no le gustan naaaaada y después de trabajar por muchos años se lo disfruta otro. Rafael la vida las vemos todos con diferentes lentes verdad? Somos todos diferente ahh para que no piensen que quien disfruta la vida es un loco viejo hay que ahorrar también para cuando se necesite saber donde conseguirlo.

Majarete dijo...

Mel tu has sabido llevar una vida muy equilibrada. Haz trabajado mucho, pero de igual manera has disfrutado la vida. Y a eso que me refiero a vivir una vida equilibrada. No todo en la vida es el trabajo ni todo en la vida es estar en la gozadera. Cada cosa tiene su momento.

Algunos que leen este blog han llegado a pensar que no tengo malos vicios como beber, tomar o jugar, por no gastar. Pero ese no es el caso. Mi mayor satisfación es que cuando voy a una tienda y quiero algo, pues lo compro; cosa que mucha gente no puede hacer por la mala vida administratiba que llevan.

Pero estoy consciente que nadie se lleva nada cuando se muere. Sin embargo la vida hay que saberla gozar sin que uno pierda la cabeza.

Y como dices cada cabeza es un mundo. Y cada uno de nosotros somos fruto de la crianza y la educación que recibimos en la casa. Mucha gente crece ya "torcido" o con traumas de lo que vivió y experimentó en su casa, en su proceso de crecimiento.