Páginas

¡Las mujeres...son así!


En univision, entrevistraron a los tres americanos que fueron secuestrados en la selva colombiana. Narraron muchas cosas interesantes, pero me llamó la atencion lo que dijeron sobre Ingrid Betancour. Uno de ellos calificó a Ingrid como una mujer muy inteligente, pero caprichosa y obsesiva. Dijo que en una ocacion en que llevaban tiempo dormiendo sobre la madera, la guerrilla les llevó unos colchones, pero Ingrid se molestó y no queria recibirlos, sencillamente porque...no eran de su color preferido. ¡Ofrezcome! Una mujer en una selva, viviendo sin ninguna comodidad, molestandose por colores de colchones.

Para el hombre, la mujer es lo más bello y sublime que ha hecho Dios. Ellas son seres encantadores. Son las que proporcionan los mejores placeres que puede experimentar un hombre. Ellas son las mejores enfermeras para cuando estamos enfermos. Pero nada es perfecto. La mujer es un ser, dificil de entender. Hacen cosas que desde el punto de vista del hombre no tienen explicacion. Y es que parece que la mujer enfoca y analiza las cosas de forma muy diferente a como lo hace el hombre.

La mujer tiende a actuar de forma muy caprichosa. Se dejan llevar por lo que le dicta el corazón y las emociones del momento. Todos los que estamos casados hemos experimentado diferentes situaciones, en las cuales no logramos entender el por qué nuestra esposa actuó de cierta manera. Alguien dijo que las mujeres no son para comprenderlas, sino amarlas. Por eso ya no pierdo tiempo, analizando las actuaciones de mi esposa. He aceptado que Dios las hizo a todas caprichosas y no hay forma de cambiar eso. Solo resta aceptalo como una realidad.

El ejemplo de Ingrid en la selva, es un ejemplo muy típico de la mujer. Cuentan que en una ocacion a un hombre se le apareció un genio. Este le indico que le podia pedir un deseo, un solo deseo y se lo haria realidad. El hombre luego de pensar, le pidió que queria que le hiciera un highway de seis carrilles que partiera desde Estados Unidos hasta Argentina. El genio le dijo que eso era muy dificil, que pidiera otro deseo. El tipo, entonces le pidió que le enseñara a cómo entender a su esposa. El genio, entonces dijo ¿De cuantos carriles quieres la carretera?
Y tú, querida bloguera, ¿te dejas llevar por la emocion o el capricho?

6 comentarios:

Majarete dijo...

A pesar de todo lo dicho, creo que la mejor compañia del hombre es la mujer. Confio que por alguna razón Dios las hizo diferente al hombre.
Las diferencias le añaden variedad a la vida.
¡Que vivan las mujeres!

Juanml dijo...

Mal con ellas, pero mucho peor sin ellas.......Otro buen articulo, me rei mucho al final.

Zoila Rivera dijo...

No todas somos dificiles de comprender, creo que muchas son caprichosas es custion de conocer con quien estas. La mayoria de mujeres NUNCA le dicen a su esposo como quiere que le hagan esto o lo otro. Para conocer a tu mujer tiene que haber comunicacion directa y sincera de adultos...Te lo dice la Bori sin pelos en la lengua. Esa actitud de Ingrid es ilogica para alguien disque inteligente. Yo nunca pensaria así en esas condiciones. No me considero inteligente, pero uso mi sentido común. Ah de poeta, musica y locas todas tenemos un poco. Sinceras como yo que dicen lo que piesan pocas, no crea las mujeres somos más astuta de lo que ustedes se imaginan. Me gustaria saber que diria tu esposa y otras bloggeras.

Juana dijo...

Entender a una mujer?? Bueno, hay cosas en la vida que si son imposibles. La emociòn es nuestra compañera diaria, pero el capricho es nuestro amigo eterno.

Estamos llenas de contradicciones. Hay momentos donde ni yo misma me entiendo...imagino que la persona que està a mi lado mucho menos, pero aùn asì pretendo ser comprendida!!

Salu2!

Majarete dijo...

Gracias Juana por tu sinceridad, al reconocer que a veces actúa caprichosamente. Dices que ustedes están llenas de contradicciones. Pero eso no las hace inferiores ni mucho menos. Más bien son diferentes.

Anónimo dijo...

Sino... que falta de cerebro la de esa mujer, yo he aprendido que en esta vida debemos dejar de hacer lo que nos gusta y hacer lo que nos conviene.