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Una vida gatuna


Cuando me mudé donde actualmente vivo, no habian ratones. Pero más adelante desbarataron el piso de arriba y ahí sí habitaban ratones. Al poco tiempo comenzamos a escucharlo dentro de las paredes y pronto nos hicieron su grata visita. Intenté de todo para eliminarlos de la casa. Hasta compré un dispositivo que emite unos sonidos que solo perciben los ratones. Y supuestamente los hace ir de la casa por la incomodidad del sonido. Sin embargo, parece que los ratones eran sordos, porque el aparato no surtió efecto.

Asi que tomé la última alternativa:Un gato. Sí, conseguimos un precioso gato. Parece ruso, porque es amarrillo con ojos verdes. Los muchachos se enloquecieron con el gato. Pero, en particular no me gustan los gatos. En Santo Domingo siempre hubieron gatos en mi casa, pero se pasaban el tiempo en los patios del vecindario. Por el contrario, aqui en New Jersey, el gato se pasa el tiempo dentro de la casa. Por lo tanto, todo el tiempo hay un olor a gato. Por doquier hay pelos de gatos. En fin, los que han tenido gatos en su casa, saben de lo que le estoy hablando.

Eso sí, los ratones desaparecieron de la casa. Cuando el gato los veia, no se los comía, sino que empezaba a jugar pin pong con ellos , hasta que le daban un ataque cardíaco. Esa fue la solucion para terminar con los roedores. En esta vida nada es completo. Se obtiene unas cosas y se pierden otras.

Ya Kiri - el gato - tiene un año en la casa. ¡Que vida lleva! Se pasa todo el dia comiendo y dormiendo. Hace poco, anda una morena(una gata) enamorado perdidamente de nuestro gato. En la noche se aparece en el patio. A Kiri se le entra un nerviosismo, que no queda otra cosa que sacarlo para que la morena lo vea. Kiri se pone igual que yo cuando me casé. Comprendiendo sus sentimientos, por eso lo dejo salir al patio, para que converse con la morena, sin importar la temperatura. Eso es para que noten que soy un tipo muy consciente tanto con el gato asi como con los muchachos.

4 comentarios:

Juana dijo...

Bastante original este post, sè bastante bien lo que significa tener un gato dentro de casa, pues tambien yo tenia uno. Mauro(mi gato) estuvo conmigo desdes el 5to dìa de nacido y asumiò todas mis costumbres, tanto asì que era vegetariano como yo(cosa muy rara en un felino)

Me encantaba la compañia que me daba mi gatico, pero el olor a gato era algo desagradable...es cierto en esta vida nada es completo. Haces bien al consentir los amorios entre Kiri y la gata, ellos tambien tienen derecho a ser feliz!!

Lio dijo...

Yo prefiero los perros.
Me imagino lo mucho que Kittie se divierte con la morena.

Juanml dijo...

Disfrute el tema como no imaginas, a mi particularmente me gustan tanto los perros como los gatos, pero despues de emigrar no me animo por un gato, precisamente para no tenerlos siempre en la casa, en Santo Domingo era otra historia, pues se la pasan mas fuera que dentro de la casa, bueno uds. me entienden.

Recibe mis saludos y disfruta tu mascota, siempre le alegran la vida a uno.

Themys Brito dijo...

Este post me hizo reir mucho. Entiendo todo lo que cuentas. Te recomiendo uno de esos litter boxes automáticos, a mi me regalaron uno y es una maravilla, también acostumbré a Keucci desde chiquito para que se dejara bañar. Y como también está "arreglado", no tiene la necesidad de marcar su territorio, otra gran fuente de ese olor... aunque el olor a perro es mucho peor.
Saludos.