En conversaciones con muchas amigas, hemos intercambiado ideas e opiniones sobre diferentes aspectos. Uno de ellos es con referencia a los médicos. Si hubiese sido mujer nunca fuera donde un ginecólogo hombre, sino que fuera mujer. Sin embargo, la gran mayoria de las mujeres los prefieren que sean hombres.
No entendiendo la razón, pregunté al respecto y recibí algunas razones del por qué los prefieren hombres en vez de mujeres. Muchas expresaron que las mujeres son muy bruscas en el trato y pocos comprensivas. Los hombres, por lo contrario son muy sensitivos y cuidadosos a la hora de hacer los exámenes internos de la vagina. Por supuesto, hay excepciones a esto, pero por lo general la mayoria dijo sentirse a gusto con el ginecólogo.
También pregunté si ellas no se sentian intimidadas por el doctor y contestaron que se sentian seguras y confiadas de su médico. Incluso una amiga me dijo que ella siempre se fija en la parte sexual del ginecólogo y si este tiene aunque sea una mínima ereción mientras la examina, entonces ella cambia de doctor.
A mi me cuesta ir al urólogo. No me siento a gusto quitandome la ropa para que un tipo me examine y me manosee mis partes íntimas. Hace un tiempo tuve que ir donde un urólogo, y para mi sorpresa el doctor tenia manerismos en el hablar y caminar:era gay, el bendito. Cuando lo observé me dieron ganas de salir como spiderman por la ventana, pero me quedé, no tenia opción. Suerte que no tuve que quitarme la ropa, pero no quedé con deseo de volver a donde ningún urólogo. Y ustedes amigos(a) ¿Que opinan del tema?
Estaba una señora en el supermercado. A la hora de pagar, busca y rebusca en la cartera por el dinero y no da con el, asi que saca las llaves y el control remoto de la tv de la cartera para encontrar la plata. En eso la cajera le pregunta del por qué anda con el control remoto en la cartera. La señora le contesta, que lo lleva para que su marido se vuelva loco buscándolo en la casa.
No hay peor cosa que me moleste más como estar buscando el control remoto de la televisión. Mi hijo a veces anda con el control por toda la casa y al momento de necesitarlo no lo encuentro. Ya le he advertido sobre el asunto y ya no lo me mueve de su lugar.
Si no tengo el control remoto prefiero no encender la televisión, ya que tengo el instinto de estar cambiando de canal. A diferencia de las mujeres, nosotros tenemos la manía de estar viendo que están presentando en los otros canales. Y para evitar problemas con la señora casi siempre veo la tv solo, casi nunca acompañado de ella. Con eso evito discusiones y problemas.
¿Por que cambio tanto de canales? A decir verdad no sé que explicación darle, pero la única forma que no cambio de canal es cuando estoy viendo algo muy, muy interesante. Además los comerciales me aburren asi que los aprovecho para ver qué hay en los demás canales. Pero les repito que la cambiadera de canales es algo que no puedo controlar. Además tengo que tener el control en la mano o cerca para usarlo, algo que con razón le molesta a la señora.
Por eso les aconsejos a las lectoras que lo más práctico es que vean la televisión sin el acompañamiento de su marido para evitar discusiones y altercados. Es lo más practico que se puede hacer.
En una ocación una amiga le regaló una cotorra a mi madre. Y como sabrán este es el único pajáro capaz de imitar la voz humana. Aunque no saben lo que dicen, las cotorras repiten muchas cosas de las que oyen, como los nombres de personas asi como las malas palabras.
La cotorra de mi casa repetia mucho los nombres de nosotros. Mi madre frecuentemente nos llamaba con voz fuerte para que fuéramos a comer o hacerle algún mandado. De ahí que la cotorra aprendiera a repetir nuestros nombres.
Teniamos mucho cuidado con ella, pues tenia un pico muy afilado y le gustaba agarrarnos los dedos si la molestábamos mucho. Recuerdo que mi hermana les cortaba las alas para que no se fuera de la casa. Sin embargo, en una oportunidad a mi hermana se le olvidó cortarle las alas y el bendito pájaro salió volando de la casa y nunca regresó.
Al ver esta foto aprovecho para compartir esta vivencia con ustedes, pues son recuerdos de mi infancia.
Mi querida esposas se fue de viaje con uno de los hijos. Mi hija no pudo ir por serios compromisos con la escuela, de tal manera que tampoco pude acompañarla. Asi que estoy vuido y desamparado por dos semanas.
Mi esposa es una mujer muy organizada. Le gusta tener la casa limpia. No le gusta ver cosas fuera de su lugar. Por eso la he llamado la "recogedora"porque desde que llega del trabajo, es recogiendo libros, revistas y juegos de los muchachos y por supuesto también las cosas que voy dejando.
Ahora que estamos solos, nosotros nos estamos aprovechando para hacer de las nuestras en la casa. Por ejemplo aqui hace cinco dias que nadie barre. El mapo para lavar el piso ha desaparecido. El cuarto de mi hija está tan desorganizado que no hay por donde caminar. En mi cama, duermo encima del cubrecama y cuando me levanto escondo la sábana y la cama queda tendida. ¡Eso es lo que llamo ser práctico!
Pero no vayan a pensar que la casa está sucia. Solo que nos estamos aprovechando que ella no está para hacer las cosas a nuestra manera sin que ella nos regañe. Me gusta la limpieza y la organización, pero no soy fanático ni obsesivo con eso. Cuando en una casa hay muchachos es dificil mantener la casa ordenada.
Pero bueno, la recogedora viene pronto y bienvenida sea. La extrañamos y la esperamos... para que siga recogiendo y cuidándanos.
Mi hija le encanta jugar con los animales. Asi que nos dijo que deseaba un gato. Al fin una amiga nos regaló uno. Es un hermoso gato: amarillo, con unos ojos preciosos. En ese tiempo apenas tenia dos meses de nacido.
Al principio se pasaba el dia corriendo por toda la casa. Cualquier cosa que le tiraban o se moviera la perseguia. Era maravilloso ver lo juguetón que era el gato. De esto hace dos años.
El otro dia mi hija me comentó que estaba un poco desencantada del gato, porque ya no juega. Se pasa el dia durmiendo encima del mueble. Su vida es comer y dormir ¡Qué vida! El gato es el que mejor vive en la casa. Nada le preocupa. No trabaja ni se enferma. Vive una vida totalmente sedentaria y aún asi no tiene el colesterol alto.
Nunca he sido muy amigos de los gatos, pero cedí por petición de mi hija y a la vez para ahuyentar los ratones de la casa. Pero no me gustan por la vagancia y por la mala cara que ponen cuando ya crecen. Prefiero tener un perro de raza que un gato que se pase el dia y la noche comiendo y durmiendo.
