Mis padres siempre me decian que fuera obediente para que el niño Jesús me dejara buenos regalos. Asi que trataba de portarme bien todo el año, para que Santa me trajera una bicicleta u otros juguetes que deseaba.
Sin embargo, notaba que los mejores regalos lo recibian los niños de mejor posicion económica que vivian en el barrio, sin importar cual era su conducta con sus padres. Eso era algo que no entendía.
A veces les preguntaba a mis padres que por qué a Miguelito a pesar de ser un niño malo, todos los años el niño Jesús les dejaba buenos regalos. Mis padres para mantener mi inocencia, no me decian nada.
Con el tiempo supe la falsedad de los reyes magos y el niño Jesús con sus regalos. No me gustó saber que eran mis padres que me dejaban los regalos. Sentí que fue un engaño, una mentira que viví por años.
A mis hijos siempre les he inculcado la importancia de que siempre me digan la verdad. Por eso no encuentro apropiado mentirle con eso de los reyes magos. Por tal razón, no tengo una fecha en particular para darle un regalo. Más bien lo hago, no cuanto quieran los comerciantes, sino cuando deseo y mi economia me lo permita.
La creencia de los reyes magos no la veo como algo positivo, porque en la práctica hay mucha injusticia, basado en el concepto falso que mientras mejor conducta tenga el muchacho mejores regalos recibiria. Pero la realidad es que los hijos de los ricos y acomodados eran los que recibian los mejores regalos, independientemente de cómo se comportaran. Eso es algo que a muchos niños pobres los confundia. Y más cuando se relacionaba los reyes magos con Dios. Y sabemos que el Señor es justo y simpatiza con los pobres, no con los ricos. Y ustedes, ¿También engañaron a sus hijos?