Bien se ha dicho que buscar la felicidad es como perseguir una mariposa en vuelo. Todo el que ha tratado de atrapar una mariposa, sabe cuan dificil es hacerlo, porque estas andan sin rumbo y nadie sabe en que direccion van a volar al momento de querer agarrarla.
Mucha gente soltera a veces se sienten desdichadas e infelices. Y creen que el matrimonio, el casarse, les va ayudar a salir de esa triste situacion. Pero en ocaciones eso no funciona. Ya que la felicidad cada quien debe proporcionarsela. No esperarla del exterior de nosotros. La cuestion es que hay dos tipos de problemas: los problemas de solteros y la de los casados. A menudo lo que se hace es cambiar los problemas de estado civil. Incluso a menudo el matrimonio agrava las dificultades que tenian de solteros.
Por otra parte, hay personas que creen que su felicidad y bienestar es viajar a Estados Unidos. Hacen lo imposible por viajar, hasta el punto de irse en yola a Puerto Rico, con el consabido riesgo que se lo coman los tiburones. Sin embargo cuando por fin llegan a Estados Unidos, al poco tiemp de llegar ya están hablando y quejandose en cuanto a cuando podrán regresar a su terruño. Son los mismos que andan echando maldiciones por la nieve o el frio u otras situaciones que siempre ha habido en Estados Unidos. Y como no se adaptan al clima y la cultura de EUA, están aqui, sintiendose infelices y desdichados, como se sentian cuando vivian en la isla.
Como notamos, a veces nosotros mismo nos engañamos y no sabemos donde está la felicidad. La buscamos en el exterior: en el matrimonio o el extranjero. Pero la felicidad está dentro de nosotros. Está en nuestro estado de ánimo. En la forma en que enfoquemos los problemas y en las expectativas que tengamos de la vida. Por lo tanto, la felicidad como tal, es un estado de ánimo. Si nos sintamos felices, lo seremos no importa si dormimos en un banco del parque Central o al lado de Jennifer López. ¿Están de acuerdo?
Mucha gente soltera a veces se sienten desdichadas e infelices. Y creen que el matrimonio, el casarse, les va ayudar a salir de esa triste situacion. Pero en ocaciones eso no funciona. Ya que la felicidad cada quien debe proporcionarsela. No esperarla del exterior de nosotros. La cuestion es que hay dos tipos de problemas: los problemas de solteros y la de los casados. A menudo lo que se hace es cambiar los problemas de estado civil. Incluso a menudo el matrimonio agrava las dificultades que tenian de solteros.
Por otra parte, hay personas que creen que su felicidad y bienestar es viajar a Estados Unidos. Hacen lo imposible por viajar, hasta el punto de irse en yola a Puerto Rico, con el consabido riesgo que se lo coman los tiburones. Sin embargo cuando por fin llegan a Estados Unidos, al poco tiemp de llegar ya están hablando y quejandose en cuanto a cuando podrán regresar a su terruño. Son los mismos que andan echando maldiciones por la nieve o el frio u otras situaciones que siempre ha habido en Estados Unidos. Y como no se adaptan al clima y la cultura de EUA, están aqui, sintiendose infelices y desdichados, como se sentian cuando vivian en la isla.
Como notamos, a veces nosotros mismo nos engañamos y no sabemos donde está la felicidad. La buscamos en el exterior: en el matrimonio o el extranjero. Pero la felicidad está dentro de nosotros. Está en nuestro estado de ánimo. En la forma en que enfoquemos los problemas y en las expectativas que tengamos de la vida. Por lo tanto, la felicidad como tal, es un estado de ánimo. Si nos sintamos felices, lo seremos no importa si dormimos en un banco del parque Central o al lado de Jennifer López. ¿Están de acuerdo?