Desde que me enteré que la tienda sueca IKEA se iba a instalar en Santo domingo, me quedé sorprendido, porque nunca pensé que los dueños le interesarian la plaza dominicana, ya que hay otros paises con más mercado.
Ya IKEA abrió sus puertas al público. El dominicano ya puede apreciar los productos suecos y ver la diferencia. Esta tienda se caracteriza por vender cosas exclusivas, hechas por sus propios ingenieros y diseñadores. Las tiendas tienen un salón de exhibición el cual se muestra cómo se veria el mueble u otro artículo en nuestra casa. El piso de exhibición está hecho de tal forma que va dando cierta vuelta hasta el último departamento. Con eso se busca que las personas vean todos los departamentos, a menos que se devuelva. Hay personas que dicen que se pierden y vuelven al mismo lugar, pero en Estados Unidos, y allá debe ser igual, la tienda tiene muchas señales, las cuales si uno le presta atención no se extravía. Quizás es que la gente no está acostumbrada a leer por donde va y sin darse cuenta vuelve al mismo lugar que estaba.
Nosotros hemos comprado muchos artículos en IKEA. El único problema que tuvimos fueron con las cosas que se ensamblan, como los gaveteros. Los primeros que compramos, al tiempo se aflojaban hasta que luego los desechábamos. Pero una amiga nos contó que ella lo encolaba a medida que iba ensamblandolo y eso era santo remedio.
Otra cosa a tomar en cuenta es que para el que no tiene práctica ensamblando, el hacerlo le tomará mucho tiempo. Lo ideal es pagarle a alguien para de esa forma ahorrar tiempo y malos ratos.
Nos alegra que IKEA esté en nuestro pais. Y que el dominicano tenga acceso a cosas diferente de lo que está acostumbrado a ver. Creo que la tienda va a ser un "palo", pues aunque en el pais abunda la pobreza, el dominicano es muy parejero y privón. Asi que ¿Ya visitó IKEA?
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Temor a nadar
Se requiere de mucha destreza para aprender a nadar. Pero presenta la oportunidad de disfrutar de muchos placeres, como el esqui acuático, el deslizarse con el oleaje y las zambullidas. También suministra el mejor de los ejercicios. Y lo libra a uno de no saber qué hacer cuando se está en el agua, lo cual hasta puede salvarle la vida.
Les cuento que le tengo pavor al agua de mar y rios. Pero eso tiene su historia. Resulta que mi madre no dejó que ninguno de sus hijos fueran al rio a bañarse. Nosotros vivíamos a media milla del rio Yaque, y de vez en cuando se ahogaba uno que otro muchacho. Asi que mi madre tenía miedo que fuéramos al rio y nos ahogáramos. Dos de mis hermanos mayores, aún asi, se iban al rio y se bañaban, pero luego se exponían al sol por un buen rato, para asi llegar secos a la casa. Sin embargo nunca hice eso. Solamente me quedé con el temor de entrar al agua y patalear en ella.
De tal forma que nunca aprendí a nadar por temor. Y realmente el temor al agua, y el dominar el arte mismo, es el obstáculo principal cuando quiere aprender a nadar. El nadar es bastante fácil, porque el cuerpo humano tiene flotabilidad y permanece a flote. De modo que el nadar simplemente es asunto de utilizar los brazos y las piernas como remos para que el cuerpo avance.
Pero cuando se le tiene miedo al agua y cae en ella, uno se inquieta y empieza hacer movimientos bruscos y sin ningún sentido. Impulsivamente uno tiende hacer todo lo contrario, supuestamente para no hundirse y precisamente uno se hunde y se bebe un truck de agua.
Relato esto para que noten que en muchos casos los temores de los padres se transmiten a los hijos. En mi caso, el temor de mi madre a bañarse en el mar o el rio, me lo transmitió a mi. Sin embargo, no le he pasado mi temor a mis hijos. A ellos les encanta nadar y disfrutar de un dia de playa. Y usted, amigo, ¿sabe nadar? ¿saben nadar sus hijos? ¿le tiene miedo al agua?
Les cuento que le tengo pavor al agua de mar y rios. Pero eso tiene su historia. Resulta que mi madre no dejó que ninguno de sus hijos fueran al rio a bañarse. Nosotros vivíamos a media milla del rio Yaque, y de vez en cuando se ahogaba uno que otro muchacho. Asi que mi madre tenía miedo que fuéramos al rio y nos ahogáramos. Dos de mis hermanos mayores, aún asi, se iban al rio y se bañaban, pero luego se exponían al sol por un buen rato, para asi llegar secos a la casa. Sin embargo nunca hice eso. Solamente me quedé con el temor de entrar al agua y patalear en ella.
De tal forma que nunca aprendí a nadar por temor. Y realmente el temor al agua, y el dominar el arte mismo, es el obstáculo principal cuando quiere aprender a nadar. El nadar es bastante fácil, porque el cuerpo humano tiene flotabilidad y permanece a flote. De modo que el nadar simplemente es asunto de utilizar los brazos y las piernas como remos para que el cuerpo avance.
Pero cuando se le tiene miedo al agua y cae en ella, uno se inquieta y empieza hacer movimientos bruscos y sin ningún sentido. Impulsivamente uno tiende hacer todo lo contrario, supuestamente para no hundirse y precisamente uno se hunde y se bebe un truck de agua.
Relato esto para que noten que en muchos casos los temores de los padres se transmiten a los hijos. En mi caso, el temor de mi madre a bañarse en el mar o el rio, me lo transmitió a mi. Sin embargo, no le he pasado mi temor a mis hijos. A ellos les encanta nadar y disfrutar de un dia de playa. Y usted, amigo, ¿sabe nadar? ¿saben nadar sus hijos? ¿le tiene miedo al agua?
Quisqueya, en un eventual sismo
Desde que ocurrió el terremoto en Haití, la población dominicana no duerme traquila. Mucha de nuestra gente vive inquieta creyendo que en cualquier momento la casa le puede venir encima. Y para colmo de males, algunos geólogos asegurán que la República Dominicana en cualquier momento puede casi desaparecer, fruto de la falla de Milwaukee.
Me parece que esta información hay que manejarla con más cuidado, para no crear pánico entre la población. Los terremotos no son como los huracanes, los cuales se le puede seguir su trayectoria y medir la fuerzas de sus vientos. Desde que tengo uso de razón estoy oyendo sobre la falla de Milwaukee. Cabe la posibilidad que ocurra un terremoto de grandes proporciones, pero nadie puede precisar fecha; puede ser mañana o dentro de quinientos años o que nunca pase nada.
Lo que sí me llamó a la atención es lo que dijo el director del CEO, el general Juan Manuel Méndez, de que los organismos de socorro están preparados para un eventual sismo. Conociendo cómo son las cosas en nuestro pais, dudo mucho de tal preparación. Afortunadamente en los últimas décadas, no hemos tenido sismos en gran escala. No tenemos experiencia manejando esas situaciones. Además, cuando pasó el terremoto en Haití, a pesar de la cercanía, aún semanas después, todavia estaban usando ceguetas para cortar piernas y sin anestesia. Y si el CEO está preparado para un eventual sismo, ¿por qué no prestó más ayuda en Haití, llevando los utensilios necesarios para hacer operaciones?
Si ocurriera un terremoto de gran escala, sí haria mucho daño. Las autoridades gubernamentales casi lo único que pueden hacer es implementar más regulaciones y códigos de construccion respecto a lo que se construya de ahora en adelante. Es muy poco lo que puede hacerse con lo que está hecho. Lo que sería muy sabio es que las autorides revisaran las escuelas públicas y las reforzarán, porque en un terremoto los niños son muy vulnerables y su muerte causan mucho dolor.
Nuestra gente no debe paralizarse esperando algo que quizás nunca ocurra. Nadie puede precisar fecha ni hora en un terremoto. Nadie sabe en qué lugar estará en un eventual terremoto, asi que preocuparnos por algo que no podemos controlar es inútil. Cuando uno se monta en un avión, éste se puede caer, pero no por ello dejamos de viajar. Nosotros somos como una vela encendida que de un soplo se apaga. Pero mientras tengamos llama, seguimos alumbrando. ¿Que les parece?
Me parece que esta información hay que manejarla con más cuidado, para no crear pánico entre la población. Los terremotos no son como los huracanes, los cuales se le puede seguir su trayectoria y medir la fuerzas de sus vientos. Desde que tengo uso de razón estoy oyendo sobre la falla de Milwaukee. Cabe la posibilidad que ocurra un terremoto de grandes proporciones, pero nadie puede precisar fecha; puede ser mañana o dentro de quinientos años o que nunca pase nada.
Lo que sí me llamó a la atención es lo que dijo el director del CEO, el general Juan Manuel Méndez, de que los organismos de socorro están preparados para un eventual sismo. Conociendo cómo son las cosas en nuestro pais, dudo mucho de tal preparación. Afortunadamente en los últimas décadas, no hemos tenido sismos en gran escala. No tenemos experiencia manejando esas situaciones. Además, cuando pasó el terremoto en Haití, a pesar de la cercanía, aún semanas después, todavia estaban usando ceguetas para cortar piernas y sin anestesia. Y si el CEO está preparado para un eventual sismo, ¿por qué no prestó más ayuda en Haití, llevando los utensilios necesarios para hacer operaciones?
Si ocurriera un terremoto de gran escala, sí haria mucho daño. Las autoridades gubernamentales casi lo único que pueden hacer es implementar más regulaciones y códigos de construccion respecto a lo que se construya de ahora en adelante. Es muy poco lo que puede hacerse con lo que está hecho. Lo que sería muy sabio es que las autorides revisaran las escuelas públicas y las reforzarán, porque en un terremoto los niños son muy vulnerables y su muerte causan mucho dolor.
Nuestra gente no debe paralizarse esperando algo que quizás nunca ocurra. Nadie puede precisar fecha ni hora en un terremoto. Nadie sabe en qué lugar estará en un eventual terremoto, asi que preocuparnos por algo que no podemos controlar es inútil. Cuando uno se monta en un avión, éste se puede caer, pero no por ello dejamos de viajar. Nosotros somos como una vela encendida que de un soplo se apaga. Pero mientras tengamos llama, seguimos alumbrando. ¿Que les parece?
Vivencias escolares
Todos tenemos buenos y malos recuerdos de nuestros años escolares. No me quejo, pues fui un estudiante sobresaliente, aunque no pude ir a la universidad para hacer una carrera. Me gustaba mucho la psicología. Para mi siempre ha sido muy interesante el comportamiento humano, de ahí que a veces indago en este blog, el por qué de las cosas y de las personas.
Recuerdo como ahora, que todos los viernes habia una materia-no recuerdo cómo se llamaba-en la cual la maestra exigía que cada alumno cantara o recitara un poema. Siempre me negué a cantar, lo más que hice fue recitar"los zapatitos me aprietan, las medias me dan calor". Eso lo más que hice para quitarme la profesora de encima.
Pero eso es algo que nunca le vi sentido. ¿Como un profesor estaba exigiendo a su alumnado que cantara? No todos tenemos la habilidad de cantar ni de hacer una poesía. Para cantar no solo basta el deseo. Hay que tener voz y entonación. Es igual que pintar, la cual requiere cierta habilidad para hacerlo.
A veces me asombro cuando algunos merengueros dicen que ellos formaban parte del coro de una iglesia. Y asombra porque algunos no cantan bien. Es bien conocido que para cantar merengue no hay que saber cantar, sino balbuciar. Está el caso de Musiquito. El mismo decia que el no sabia cantar, sin embargo cantaba. Quizas el director de la orquesta lo animó a cantar. Como Musiquito hay muchos que se paran delante de una orquesta a cantar, pasando por alto que el canto es un arte, un don que pocos poseen. Y ustedes amigos, ¿llegaron a cantar en la escuela?
Recuerdo como ahora, que todos los viernes habia una materia-no recuerdo cómo se llamaba-en la cual la maestra exigía que cada alumno cantara o recitara un poema. Siempre me negué a cantar, lo más que hice fue recitar"los zapatitos me aprietan, las medias me dan calor". Eso lo más que hice para quitarme la profesora de encima.
Pero eso es algo que nunca le vi sentido. ¿Como un profesor estaba exigiendo a su alumnado que cantara? No todos tenemos la habilidad de cantar ni de hacer una poesía. Para cantar no solo basta el deseo. Hay que tener voz y entonación. Es igual que pintar, la cual requiere cierta habilidad para hacerlo.
A veces me asombro cuando algunos merengueros dicen que ellos formaban parte del coro de una iglesia. Y asombra porque algunos no cantan bien. Es bien conocido que para cantar merengue no hay que saber cantar, sino balbuciar. Está el caso de Musiquito. El mismo decia que el no sabia cantar, sin embargo cantaba. Quizas el director de la orquesta lo animó a cantar. Como Musiquito hay muchos que se paran delante de una orquesta a cantar, pasando por alto que el canto es un arte, un don que pocos poseen. Y ustedes amigos, ¿llegaron a cantar en la escuela?
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