Siempre sentí un gran deseo de ver en persona, las cataratas del Níagara. Muchas amistades me conversaban sobre la belleza natural de este fenómeno. Pero ya he tenido la oportunidad de visitar las cataratas dos veces. Y no hay palabras para describir tan sublime belleza natural. Antes la habia visto en fotografías, pero al verla en vivo, no hay ninguna comparacion con una foto o un video.
Subí por el rio en barco -Maid of the Mist- hasta el mismo pie de la caida del agua.
¡Que emocionante! Estos barcos parten desde ambas riberas, la estadounidense y la canadiense. Las filas son constantes. Hay personas de todas las edades y se ponen unos impermeables para protegerse del agua.
El Maid of the Mist recorre unas dos millas hasta acercarnos lo más posible del alcantilado. No hay palabras para describir la sensacion de ver y sentir todo ese diluvio de agua, muy muy cerca de nosotros. El corazón me latia de prisa. Hasta logré saborear el agua de la catarata. Estaba fría, pero era agua pura.
Las cataratas del Níagara, por la noche, la iluminan con reflectores de colores, lo que le da una nueva dimension a la belleza y majestuosidad de esta obra natural.
Algunas personas se impresionan tanto, que a veces lloran de emocion e incluso las vi darles las gracias a Dios por tan gran espectáculo.
Cuento esto, porque muchos de nosotros a la hora de vacacionar, solo pensamos ir a Santo Domingo. No conocen otra cosa. Claro que debemos visitar nuestra gente . Pero tambien debemos tratar de visitar otros lugares muy atractivos. Cualquiera
puede planear ir por dos o tres dias, los cuales nunca se podrán olvidar.
Subí por el rio en barco -Maid of the Mist- hasta el mismo pie de la caida del agua.
¡Que emocionante! Estos barcos parten desde ambas riberas, la estadounidense y la canadiense. Las filas son constantes. Hay personas de todas las edades y se ponen unos impermeables para protegerse del agua.
El Maid of the Mist recorre unas dos millas hasta acercarnos lo más posible del alcantilado. No hay palabras para describir la sensacion de ver y sentir todo ese diluvio de agua, muy muy cerca de nosotros. El corazón me latia de prisa. Hasta logré saborear el agua de la catarata. Estaba fría, pero era agua pura.
Las cataratas del Níagara, por la noche, la iluminan con reflectores de colores, lo que le da una nueva dimension a la belleza y majestuosidad de esta obra natural.
Algunas personas se impresionan tanto, que a veces lloran de emocion e incluso las vi darles las gracias a Dios por tan gran espectáculo.
Cuento esto, porque muchos de nosotros a la hora de vacacionar, solo pensamos ir a Santo Domingo. No conocen otra cosa. Claro que debemos visitar nuestra gente . Pero tambien debemos tratar de visitar otros lugares muy atractivos. Cualquiera
puede planear ir por dos o tres dias, los cuales nunca se podrán olvidar.