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¡Lo que hace el fútbol!

Damas y caballeros ¡Ya empezó la fiebre del fútbol! Por todo un mes solo se estará hablando del bendito fútbol. Claro los paises caribeños estarán muy ajeno a la Copa Mundial, porque no es su deporte favorito, pero en Sudámerica  y Europa el fútbol es el deporte rey.

Antes no entendia ni le veia emoción al fútbol, pero cuando uno entiende las reglas del juego le puede encontrar  sentido. A diferencia del béisbol, en el fútbol la pelota siempre está en movimiento. Nadie la puede tener en la mano. Más bien está en el terreno andando de un jugador a otro. La meta es meter la pelota en el canasto para anotar un gol. 

El fútbol genera mucha pasión y fanatismo. Quizás porque la mayoria que lo siguen jugaron fútbol en la escuela. Paises como Colombia, Ecuador, México, Argentina, Chile, sólo para mencionar unos cuantos paises, tienen la tradición del juego desde que están chicos. Por eso le conocen la técnica al partido.

Tengo una amiga dominicana que está casada con un español fanático del fútbol. Ella me cuenta que cuando se celebra la copa mundial, ella se queda sin marido todo un mes. El español solo está interesado en ver todos los juegos. Cada vez que se le celebra la Copa Mundial el español pierde el trabajo. En ese tiempo tampoco hay sexo.
Mi amiga sabe que desde el  11 de  junio hasta julio no tendrá marido. Y todo por la fiebre del deporte rey.

¿Hay que sacrificarse siempre por los hijos?

Hace más de un mes tuve el grato placer de encontrarme con una amiga que tenia mucho tiempo que no la veía. En el encuentro fortuito, me contó que tenia dos niñas y que la relación con su esposo no marcha muy bien.

Me relató que antes de tener los hijos, habian rentado un apartamento pequeño, con un solo dormitorio. Estaban a gusto donde vivían, porque era un sitio tranquilo y residencial, pero lo mejor era que pagaban muy, muy poco de renta.

Cuando les nació la primera hija, el apartamento ya no era muy práctico por su tamaño, pero por la baja renta continuaron en el. Dos años más tarde por accidente les nació la segunda niña. Entonces decidieron que era hora de mudarse a un apartamento  con dos dormitorios.

Desgraciadamente ellos habian invertido sus ahorro en un negocio, sin embargo, el negocio se fue a pique y perdieron la inversión. Y para hacer la situación más critica, perdieron el trabajo. De tal forma que postergaron la mudanza para más adelante.

Pero lo controversial es que su esposo decidió dejarle el único dormitorio que tienen a sus hijas - de cuatro y seis años respectivamente - y ellos dormir en un sofa-cama que tienen en la sala.
Ella trató de razonar con el, pero todo fue inútil. El dice que por los hijos hay que hacer sacrificios. Asi que ellos duermen en la sala y las niñas en la privacidad de su dormitorio.

Desde que están hospedado en la sala, ella me cuenta que no puede concentrarse cuando está en la intimidad con su esposo. Siente miedo que sus hijas de repente se levanten y abran la puerta y los vea en plena acción sexual. Por eso se le quitado el deseo de estar con su esposo. Por su parte, su esposo está molesto por la negativa de ella de hacer el amor. Asi que en el hogar se respira un aire de insatisfación y desavenencia.

Por los hijos uno debe sacrificarse. Por ejemplo, si me encontro en una situación hipotética, en la cual estoy con ellos y no hay comida; si encuentro un pedazo de pan, se lo ofrezco a ellos primero aunque me quede con hambre. Igual me quitaría mi abrigo para que ellos se cubrieran.

Pero en este caso, no veo la necesidad de ningún sacrificio. La privacidad es primordial en un matrimonio. La intimidad, más si es una pareja jóven, es muy saludable. Para disfrutar a plenitud de la sexualidad, la pareja debe entregarse de cuerpo y mente. Pero para eso necesita las condiciones precisas para que eso se logre.

A cualquiera se le caeria la cara de la verguenza, si los hijos los viera teniendo sexo con su pareja.  No sé cómo ellos interpretarian ver a su madre gimiendo de placer mientras al mismo tiempo ven a su padre encima de su madre en algo que pareceria una pelea en la cama. Y lo peor es que después ellos quieran practicar con su hermanita lo que observaron en el dormitorio de sus padres.

Repito que ese tipo de sacrificio no va conmigo. Además pienso que si la pareja se lleva bien esa felicidad va a redundar en los hijos. Por el contrario, si los padres tienen problemas entre sí, eso se va a reflejar de alguna forma en los hijos. ¿Que piensan ustedes? ¿Dormirian en la sala o el dormitorio?

Mensajes equivocados

Desde muy pequeño  enfermaba mucho. Incluso estuve hospitalizado una semana. De toda esa experiencia, se me quedó un temor a las inyecciones. Los inyectores y las agujas en esos tiempos eran pavorosos. Eran grandes; las agujas eran más gruesas que las actuales.

Recuerdo que en los años setentas iban de casa en casa vacunando contra el tétano, sarampióm, viruela y demás enfermedades, pero yo me escondiá debajo de la cama. De tal forma evadí que me vacunaran y también me expuse ante las enfermedades.

Pero, ¿De donde viene el miedo? Bueno, nuestros padres en su ingenuidad, para que los niños comieran le decian que lo hicieran para evitar que lo inyectaran. ¿Cuál es el mensaje? Debes de comer, porque si lo hace el castigo es inyectarte y eso duele.

Otro tanto pasaba cuando los niños no querian cepillarse o comian muchos dulces. ¿Que le decian los padres? No comas tantos caramelos o cepíllate bien, si no haces caso te llevaré al dentista. El mensaje es obvio. Pero es una bobada, pues aunque uno se cepille bien y tenga una buena higiene bucal eso no quita la necesidad de ir al dentista para una limpieza ect.

Todos en una ocación u otra tendremos que ir al consultorio de un dentista, a un médico u hospital. Asi que los padres nunca  deben de usar a estas personas para provocarle miedo a los muchachos. Todavia, a mis cuarenta y tantos que tengo, cuando me ponen una inyección, siento un poco de miedo, a pesar que las inyecciones de ahora son muy pequeñas y el pinchazo casi no se siente. Pero eso ya está en el cerebro. 

Nuestros padres lo hacian con buenas intenciones, pero eso hacia mucho daño. No era funcional, al final no se lograba nada. Solo dejaba miedo. Un temor que lo lleva hasta la vejez. Padres estén seguros que enseñanzas le están dando a sus hijos y que mensajes están ellos recibiendo.

¿Disfruta usted de su trabajo?

Parece que está aumentando  la cantidad de personas descontentas con su trabajo. El otro dia al pasar por el area de una compañera de trabajo, la escuché quejarse:"No hay peor cosa que ser pobre". Le respondí que estar muerto es peor que ser pobre. Y aunque los muertos no se afanan por nada, nadie quiere morirse.

La señora en cuestión es pobre, sin embargo, tiene una casa. Sus hijos están en la universidad. Y para no ser profesional gana un buen dinero. Y aún asi se queja de su trabajo, a pesar que lleva veinticinco años haciendo lo mismo.

Hay un buen número de personas que no encuentran satisfación en su trabajo. Para ellos es una pesadilla estar trabajando. Por tal razón muchos juegan la lotto para hacerce millonarios y descansar el resto de su vida.

No obstante, la realidad es que  es inevitable trabajar. Lo necesitamos  para poder adquirir cosas y pagar servicios. Nadie da nada asi que el dinero es básico para todo tipo de cosas. Y si no trabajamos no podemos cumplir con muchas responsabilidades y compromisos.

Quizás muchos no puedan cambiar de trabajo, pero sí pueden cambiar de actitud con respecto a lo que hacen. Hay que ver lo que hacen como algo útil, si no lo fuera no  pagarian por hacerlo. Hay que apreciar el valor del  trabajo útil. El hombre necesita trabajar, tener el sentido de haber logrado algo. El trabajo bien hecho da testimonio de las habilidades del obrero y le imparte un sentimiento de dignidad y logro.

La ociosidad hace sentir a las personas inútiles y de poco valor. Sin embargo, el buen trabajo añade propósito y significado a la vida. Por tal motivo pregunto ¿Tiene sentido para usted el trabajo?