Los padres que tienen hijos en plena adolescencia tienen ante sí un gran reto. La adolescencia es una etapa en la vida, en la cual el joven va desarrollando su propia personalidad. Y para lograrlo a menudo entra en una constante lucha con sus padres, para ir indicandoles que ya no es un niño que recibe órdenes, sino que es un joven con sus gustos y criterios.
Una de las luchas es la limpieza de su cuarto. El cuarto de un adolescente, es lo más desordenado de una casa: hay ropa tirada por el suelo, papeles, libros, latas de soda y la cama sin hacer...entre otras cosas. A ellos no parece molestarle tal situacion. Para las madres que se afanan para mantener su casa limpia y ordenada es un dolor de cabeza ver la habitacion de su hija, la cual contrasta con el resto de los cuartos de la casa.
Y mientras más se le recuerda al adolescente que limpie y ordene su habitacion, menos lo hacen. Quizás por terquedad, muchas veces se niegan a hacerlo. En el joven, se nota un aire de rebeldia. A veces toman una actitud desafiante ante cualquier cosa que los padres le soliciten. Creando asi un ámbito de discusiones y peleas donde no impera la razón y la comprensión.
Algunos padres, en un esfuerzo por entender que su hijo está pasando por una etapa de crisis y de cambios, optan por dejar a su hija(o) que sigan con su cuarto hecho una pocilga, hasta que a ellos se le antoje limpiarlos. Pero es dífícil entrar en una habitacion como la se ve en la fotografía, donde impera la desorganizacion y el abandono.
Cuando viví mi adolescencia no recuerdo tener ese problema con mi cuarto. Pero estos son otros tiempos, más avanzados y complejos. ¿Qué opina usted de los adolescentes de ahora? ¿ Era usted un adolescente rebelde y cabeza dura?
Una de las luchas es la limpieza de su cuarto. El cuarto de un adolescente, es lo más desordenado de una casa: hay ropa tirada por el suelo, papeles, libros, latas de soda y la cama sin hacer...entre otras cosas. A ellos no parece molestarle tal situacion. Para las madres que se afanan para mantener su casa limpia y ordenada es un dolor de cabeza ver la habitacion de su hija, la cual contrasta con el resto de los cuartos de la casa.
Y mientras más se le recuerda al adolescente que limpie y ordene su habitacion, menos lo hacen. Quizás por terquedad, muchas veces se niegan a hacerlo. En el joven, se nota un aire de rebeldia. A veces toman una actitud desafiante ante cualquier cosa que los padres le soliciten. Creando asi un ámbito de discusiones y peleas donde no impera la razón y la comprensión.
Algunos padres, en un esfuerzo por entender que su hijo está pasando por una etapa de crisis y de cambios, optan por dejar a su hija(o) que sigan con su cuarto hecho una pocilga, hasta que a ellos se le antoje limpiarlos. Pero es dífícil entrar en una habitacion como la se ve en la fotografía, donde impera la desorganizacion y el abandono.
Cuando viví mi adolescencia no recuerdo tener ese problema con mi cuarto. Pero estos son otros tiempos, más avanzados y complejos. ¿Qué opina usted de los adolescentes de ahora? ¿ Era usted un adolescente rebelde y cabeza dura?