Pedir prestado ¿un hábito?

Una cosa que definitivamente no pasa de moda es:"Pedir prestado."Casi todos nos hemos enfrentado con la decisión de prestarle dinero a un amigo o aun familiar. Por mi parte detesto prestar o pedir prestado. Y gracias a Dios que nunca -excepto una vez-  me ví en la necesidad de que me prestaran dinero. Pero en realidad lo hice en un caso extremo -cuando estaba en la "luna de miel" - sin embargo, espero no volver a caer en esa situación.

Hay  un buen número de personas que no saben organizar su vida monetaria. Aunque tengan dos trabajos todavía no pueden cubrir sus gastos. Donde trabajo hay un señor que tiene la fama de siempre estar buscando dinero prestado. Nunca tiene dinero para pagar el rate, al que lo lleva al trabajo. A veces no tiene ni para comer ni para pagar la renta. Ya por atrazarse en pagar el alquiler lo mandaron a la corte. Asi que mañana tiene la cita. Y para llevar el dinero de atrazo a la corte,  le tomó prestado prestado a casi todos sus compañeros de trabajo. Hasta a mi me pidió prestado, pero como sé que no va a poder pagarme, le regalé cincuenta dólares, para que no lo echen a la calle. ¡Qué lástima!

El hombre en cuestión tiene un full time y un part time. Pero no hay manera de que le alcance el dinero. Está casado, pero no manda a la señora a trabajar. El prefiere sacrificarse y hacerlo todo a pesar de que no goza de buena salud. A menudo hace un gran esfuerzo para ir a trabajar, porque no puede darse el lujo de quedarse en casa.

En la familia hay varios que siempre están en necesidad monetaria. Nunca guardan un dólar a pesar de que están solteros. Pero casi envian todo el dinero a Santo Domingo. Por eso a cada momento no tienen dinero ni para pagar el celular. Hay uno que siempre paga, pero es que me estoy cansando de tanto prestar. Además siento que no lo estoy ayudando a que se organice si siempre lo estoy sacando del apuro. Por eso decidí no prestarle más. De esa forma aprenderá a cómo gastar su dinero dándole prioridad a lo más básico.

A veces creo que el pedir prestado es un hábito. Conozco a otras personas que también tienen muchas necesidades, pero no recurren a nadie, sino que se las ingenian, para resolverse a como puedan. No obstante los que siempre están buscando préstamos, de tanto hacerlo, pierden la verguenza y por eso les resulta tan fácil solicitar dinero.

Reconozco que a veces hay familiares o amigos que están en verdaderos apuros. Y no se puede ser tan ingrato que no podamos darle una mano. Pero también es cierto que por estar prestando dinero, se han perdido lo que parecian buenas amistades o buenos parientes. ¿Que creen ustedes?