Siempre que mi esposa la veia,estaba muy ocupada cumpliendo con los pedidos que le habian hecho. Se acostaba bastante tarde confeccionando la ropa. Casi no tenía tiempo ni para su hijo ni el marido.
La señora era como nerviosa. Siempre tenía que estar haciendo algo. Ella dijo que en el trabajo le decian la "eléctrica", porque hasta en el receso del mediodia siempre estaba en alguna actividad. No podía estar sentada. Era adicta al trabajo. A la verdad que no sé de dónde sacaba tantas energías.
Pero una noche empezó a sentirse mal. El marido de immediato la llevó al hospital. Ahí le diagnosticaron que ella habia sufrido un leve ataque cerebral. De modo que la "eléctrica" se apagó. Luego de ese problema, la señora dejó el trabajo, y apenas se quedó haciendo uno que otro trabajo en la casa.
Una señora que no podía estar tranquilo, quedó andando en muletas y muy limitada en cuanto a trabajo se refiere. Caminaba con mucha dificultad. Ya no era la Chicha de antes. Era una señora ya apagada, sin la gran energía de antaño.
La experiencia de todo esto, es que no es sabio querer llevarse el mundo por delante. Todo los excesos son dañinos. Y todo se paga con la salud. No se puede abusar del cuerpo sin recibir su recompensa.
Asi es Majarete, abusamos de nuestro cuerpo, luego comienza el deterioro y a pagar las consecuencias se ha dicho...Todo en exceso hace daño, la clave esta en no exagerar.
ResponderEliminarL A
Por tanto abusar le paso eso, de que vale matarse tanto? Si es bueno estar ocupado, pero no es para tanto, no somos maquinas. Cuando a alguien le sucede un ataque cerebral la persona nunca vuelve a ser la misma.
ResponderEliminarLamentablemente ese es un problema de temperamento y a esas personas no le vale ni avisos ni advertencias, algunos estan conscientes de su problema pero no lo pueden controlar, lo lamento por la Sra., ojala se resigne a su nuevo estado.
ResponderEliminarJuan Ml.