En la cercania al monumento de Santiago, solian montar el parque de diversiones. Habia diferentes juegos, como la estrella, el gusano, el tren, la silla voladora ect.
De las pocas veces que llegué a ir, solamente me montaba en la estrella, porque era el que daba menos miedo. Notaba que la mayoria que se montaban en los juegos más rápidos, mostraban miedo y gritaban en los momentos más excitantes.
Ya adulto continuó con el miedo. Para llevar a los muchachos he ido Donny Park en Pensilvania, pero solo estoy en algunos juegos de agua. Confieso que soy cobarde para esas cosas. Y más que ahora los juegos son sumamentes más desafiantes que antes. Aunque quiero aclarar que mi miedo no es porque pueda haber un accidente, no, más bien es por la velocidad y emociones demasiado intensas de los mismos
Para no tener ningún temor, lo más apropiado es visitarlo desde la niñez, para asi ir experimentando diferentes juegos a medida que el niño va creciendo. A mis hijos los he llevado desde bien chicos, para que no tengan el temor que siento cuando voy a esos parques de diverciones. De esa forma trato de no pasarle mis temores infantiles.
En tus escritos noto que has sido bien inteligente asimilando las experiencias de la vida, y haz aprendido de ellas para poder aconsejar correctamente a tus hijos (y de paso evitarles los malos momentos que pasaste). Muy bien por ti, te felicito.
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