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Un pueblo sin zapatos

Lo más barato son los zapatos
En el antiguo reino Chi la penalización de cualquier delito, por insignificante que fuere, era extremadamente rigurosa: la amputación de un pie. En pocos años, las calles se llenaron de cojos, víctimas de sus propias faltas: pelear con alguien en la calle, faltarle el respeto a un señor o simplemente coger una fruta en un huerto ajeno. La gente estaba aterrorizada por la rigurosidad de la Ley, lo que afligía profundamente a Yan Zi, el consejero estatal.
Un día, el rey le preguntó por qué no quería vivir en el palacio. Yan Zi le contestó:
—Majestad, estoy feliz viviendo en el centro de la capital. Así me entero de lo que piensa la gente y de los precios del mercado.
El Rey mostró vivo interés en el tema, inquiriéndole:
—¿Qué es lo más caro y qué es lo más barato? —Majestad, lo más caro son los pies postizos y lo más barato son los zapatos.
Sorprendido por la respuesta y sin entender la causa, decidió confirmarlo personalmente.
Al día siguiente, vestido de paisano y acompañado de Yan Zi, el monarca salió del Palacio Real e hizo una inspección por las calles comerciales. Allí comprobó efectivamente que abundaban zapaterías con un buen surtido de géneros, que eran bastante baratos. Pero curiosamente había muy escasos compradores. Por el contrario, no encontraron a ningún vendedor de pies postizos con existencias en su almacén. Se acercó el Rey a uno de los vendedores para preguntarle la razón de la ausencia de géneros. El vendedor lo miró con extrañeza, mientras le contestaba:
—¿Pero no sabe usted que amputan a cualquiera por cualquier pecado? Se agotan pronto y al precio que se pongan.
—¡Qué pena! De continuar así las cosas, ¿Quién trabajará la tierra y quién irá a la guerra?
El Consejero fingió sorprenderse mucho y dejó escapar un bien meditado comentario. El Rey se dio cuenta de la gravedad del asunto y sentenció con firmeza:
—A partir de hoy mismo se abolirá la Ley de Amputación.
El Consejero mostró una sonrisa de satisfacción. Todo salió como él había planeado. El día anterior, dispuso que todas las zapaterías tuvieran la totalidad de sus mercaderías y que los vendedores de pies postizos cerraran su negocio, durante un día. Su lucidez y compasión habían conseguido un noble fin.
Es triste ver como en nuestros días los matrimonios son "amputados" por las razones mas tontas que pudiésemos imaginar, (no me agrada que quiera estar todo el día con su madre,no me trae flores,no me dice cosas bonitas, llevo 12 años de matrimonio diciéndole como cocinar el pollo y no aprende etc.)
Demos una vuelta por el mundo y veamos que es lo que mas solicita la gente ...oh ,,que extraño!! EL DIVORCIO !! La gente incluso ya no se casa(no usa zapatos ) para que? Si a los pocos días se divorcia (le amputan un pie)
No creen que es mas bonito ir por la vida con "los 2 pies" lugar de andar con "reemplazos" y "sin zapatos"

Los falsos amigos

Los 2 amigos y el oso 
Cierto día, dos amigos se encontraron dando un apacible paseo por el bosque. Como hace tiempo que no se veían, comenzaron a contarse todo aquello que les había sucedido en este prolongado período. Tan absortos estaban en su conversación, que no se dieron cuenta de que un enorme oso se acercaba a la carrera hasta su posición.
Cuando el oso estaba a un par de metros de los parlanchines amigos, estos por fin se dieron cuenta de su presencia. El más resuelto de los dos, decidió subirse a un árbol para evitar ser devorado; el otro, mucho menos ágil se lanzó al suelo fingiendo estar muerto.
En un instante, el oso llegó hasta el lugar en el que el segundo amigo se encontraba y al ver que este no se movía, comenzó a olisquearlo y tocarlo con una de sus garras para comprobar si estaba realmente muerto. Minutos después, el animal se alejó del lugar buscando algo que echarse a la boca, ya que los osos nunca comen a otros que estén muertos.
Al verle alejarse entre los árboles del bosque, el primer amigo se bajó raudo y veloz para comprobar si al que se había quedado abajo le había sucedido algo y preguntarle qué es lo que el oso le había contado. El otro muy ufano le dijo:
-Me ha dicho, que con amigos como tú, no necesito tener enemigos.

Las piedras

LAS PIEDRAS
Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia.
Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:
¿Cuántas piedras piensan que caben en el frasco ???. Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras hasta que llenó el frasco.
Luego preguntó ?? Está lleno ??
Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla (piedras menudas).
Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó.
Las piedrecillas penetraron por los espacios que dejan las piedras grandes.
El experto sonrió con ironía y repitió: Está lleno ???
Esta vez los oyentes dudaron: Tal vez no.
Bien !!! Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecos que dejaban las piedras y la gravilla.
Está lleno ?? preguntó de nuevo.
No !!! exclamaron los asistentes.
Bien dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba.
Bueno, qué hemos demostrado ?? preguntó.
Un alumno respondió: Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas.
No !!! concluyó el experto :
Lo que esta lección nos enseña, es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después.
Cuáles son las grandes piedras en tu vida ??
Tus hijos, la persona amada, tus amigos, tus sueños, tu salud .
Recuerda, ponlas primero. El resto encontrará su lugar.-

La maleta de la vida

LA MALETA DE LA VIDA...
Cuando tu vida empieza, tienes apenas una pequeña maleta de mano...
A medida en que los años van pasando, el equipaje, va aumentando poco a poco.
Porque existen muchas cosas, que recoges por el camino... porque piensas que ellas, son importantes...
En un determinado punto del camino , comienza a ser insoportable cargar tantas cosas, en verdad pesan demasiado...
Entonces, puedes escoger:
Permanecer sentado a la vera del camino, esperando que alguien te ayude, lo que es muy difícil...
Pues todos los que pasen por allí , ya traerán su propio equipaje. Puedes pasar la vida entera esperando y esperando...
O puedes disminuir el peso, eliminando lo que no te sirva, pero...qué tirar???...
Empiezas tirando todo para afuera y viendo lo que tienes dentro...
Amistad... Amor... Amor... Amistad...
Bien!!!, tienes bastante, es curioso... no pesa nada!!!
Mas tienes algo pesado...
Haces un gran esfuerzo , para tirar...La RABIA - Cómo pesa!!!
parecen la INCOMPRENSIÓN, el MIEDO, el PESIMISMO...
En este momento, el DESANIMO casi te empuja hacia dentro de la maleta...
Pero tu, empujas para afuera con toda tu fuerza, y aparece una SONRISA, que estaba sofocada en el fondo de tu equipaje...
Sacas otra sonrisa y otra mas, y entonces sale la FELICIDAD...
Colocas las manos dentro de la maleta y sacas la TRISTEZA...
Ahora, tienes que dejar la PACIENCIA dentro de la maleta, pues vas a necesitar bastante...
Procura entonces , dejar también:
FUERZA, ESPERANZA, CORAJE, ENTUSIASMO, EQUILIBRIO, RESPONSABILIDAD, TOLERANCIA y BUEN HUMOR...
Tira la PREOCUPACIÓN también o déjala de lado, después piensas que hacer con ella...
Bien, tu EQUIPAJE está listo, está para ser usado de nuevo!!!
Mas piensa bien en lo que vas a colocar dentro, ahora es para ti!!!...
Y no te olvides de hacer esto muchas veces, pues el camino es muy, muy largo por recorrer.

Apreciando a los padres



TAZÓN DE MADERA
El viejo se fue a vivir con su hijo,su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.
La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo de y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel.

El hijo y su esposa se cansaron de la situación.
"Tenemos que hacer algo con el abuelo",dijo el hijo."Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo".
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor.
Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo.
Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio.
Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo.
Le preguntó dulcemente: "¿Qué estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos."
Sonrió y siguió con su tarea.
Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia.
Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos.Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa, parecían molestarse más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben.
Si ven que con paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos instructores sabios y modelos a seguir.
He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la forma en que maneja tres cosas: un día lluvioso, equipaje perdido y luces del arbolito enredadas.
He aprendido que independientemente de la relación que tengas con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén contigo.
He aprendido que aún cuando me duela, no debo estar solo.
La gente olvidará lo que dijiste y lo que hiciste, pero nunca cómo los hiciste sentir.