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La observancia de un muerto

Ahora que ya morí.
Que sucede? no entiendo, solo sentí un dolor fuerte en la cabeza, mareos y ahora estoy tan confundido. Que pasa? por que mi esposa corre y llora.
Dicen que morí, pero no, estoy aquí pero ellos no me ven y no puedo abrazarlos. Oh ya veo, están trasladando a alguien en una carroza fúnebre, soy yo mismo, que extraño.
Veo a mi familia con gran dolor, todos lloran, pero yo solo veo, ya no siento dolor ni tristeza, es como ser un espectador. Pasan los días, mi familia regresa a casa sin mí, les dejo un gran vacío.
Ya alguien ocupa mi puesto de trabajo, todo vuelve a ser como antes, corren, atienden llamadas, hacen pagos, envían documentos, firman planillas, en fin es como si nunca hubiese faltado yo, que bien, algunos compañeros se acuerdan de mi a ratos y lamentan que ya no este.
Sin embargo en mi familia, el vacío persiste, mi esposa llora, esta confundida, no sabe como hacer sin mi, mi hijo pequeño pregunta: - Donde esta papá? y mi esposa le dice que en el Cielo, mi hija mayor acaba de comprender dolorosamente lo que es la muerte, no deja de llorar, no quiere ir a clases, no se puede concentrar, tampoco come. Mi perro se paro en la puerta y de ahí no hay quien lo saque, come, bebe agua y regresa a su puesto de espera.
Pasa el tiempo, mi hijo cumple cuatro años y yo no estoy, el se aferra a su mamá, se ha vuelto tímido y retraído, no hay una figura paterna para él, ya papá no esta...
Mi hija ya de 11 años casi no habla, a veces su mama la encuentra llorando, bajo mucho las notas y no muestra interés por nada.
Mi querida esposa, con toda la carga sobre sus hombros, la responsabilidad de dos hijos pequeños, tiene que sonreír a los niños para darles fortaleza.
Ya pasaron siete años y todo sigue igual, en casa el vacío, la tristeza, en la empresa donde trabajaba ya nadie me nombra y todo sigue igual sobre la marcha.
Sabes que dijo el forense? Que morí por stres, en mi cerebro se reventó una vena por una subida de tensión que me dio, cuando me llamaron de mi trabajo y me dijeron que de los 10 camiones que solicite solo llegaron 7. Y todo acabo...
Ahora me doy cuenta que para la empresa que trabajaba siempre era uno mas, completamente reemplazable en cualquier momento, pero que para mi familia era único e irreemplazable.
POR FAVOR DEDÍCATE A LO QUE DE VERDAD ES IMPORTANTE, TODOS NECESITAMOS UN TRABAJO QUE NOS PERMITA CUBRIR NUESTRAS NECESIDADES BÁSICAS, PERO NO TE ENTREGUES A UNA EMPRESA, ENTRÉGATE A TUS SERES QUERIDOS... ABRAZA A TUS HIJOS, BESA A TU ESPOSA, LLAMA A TUS AMIGOS, ES A ESTOS SERES A QUIENES DE VERDAD LE HARÁS FALTA CUANDO YA NO ESTÉS... y demuéstrales tu amor no con dinero sino con detalles de amor.
RECUERDA QUE ERES MUY IMPORTANTE....CUIDA A TUS HIJOS SI LOS TIENES Y RECUERDA EN CASA SIEMPRE HAY ALGUIEN ESPERÁNDOTE. 

El último deseo

El ultimo deseo... A pocas horas en su celda, esperando ser ejecutado, pidió como último deseo papel y lápiz. Luego de escribir por varios minutos, le dijo a su custodio por favor, entregue esta carta a mi madre!! La carta decía así: Madre, creo que si hubiera más justicia en este mundo, tanto tú como yo deberíamos de ser ejecutados. ¡Tú eres tan culpable como yo de mi miserable vida! ¿Te acuerdas madre, cuando llevé a la casa aquella bicicleta que le quité a otro niño igual que yo? Me
ayudaste a esconderla para que mi padre no se enterara. ¿Te acuerdas madre, cuando me robé el dinero de la cartera de la vecina? Fuiste conmigo al centro comercial y lo gastamos juntos. ¿Te acuerdas madre, cuando botaste a mi padre de la casa? Él sólo quiso corregirme por haberme robado el examen final de mi grado y a consecuencia me expulsaron. Madre, yo era sólo un niño, luego fui adolescente y ahora un hombre mal formado! Era sólo un niño inocente que necesitaba corrección, y no consentimiento. Te perdono, y sólo te pido que le hagas llegar esta reflexión a todos los padres del mundo, que sepan que ellos son los únicos responsables de formar, a un hombre decente, o a un vulgar delincuente. Gracias madre por darme la vida y gracias también por ayudarme a perderla. Firma ¡Tu hijo, El Delincuente!

El secreto para ser feliz

EL SECRETO PARA SER FELIZ…
Hace muchísimos años, vivió en la India un sabio de quien se decía guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo.
Muchos reyes, envidiosos, le ofrecían poder y dinero, y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano.
Mientras más lo intentaban, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir. Así pasaban los años y el sabio era cada día más feliz. Un día llegó ante él un niño y le dijo: Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas que debo hacer para conseguirlo?
El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención:
En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz, y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida:
El primero es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes y por todas las cosas que te pasan.
El segundo, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte debes afirmar: Yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer. Este paso se llama autoestima alta.
El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
El cuarto pasó, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que las leyes de Dios hagan justicia, y tú… perdona y olvida.
El sexto paso es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades.

La vaca



LA VACA.
Cuenta la leyenda que cierto Maestro marchaba por los caminos con su
aprendiz.
Un día, arriban a una pobre vivienda al lado del camino y se acercan a
pedir alimento.
Con buena voluntad, los humildes habitantes del lugar les ofrecen lo poco
que tenían.
Al verlos tan pobres, el Maestro les pregunta: “¿Cómo hacen para vivir ?”
y, el dueño de la casa le comenta: “Pues Usted verá, tenemos aquella
vaquita que nos da leche. Tomamos algo y con el resto hacemos queso que
vendemos en el pueblo y, con lo que obtenemos de la venta, compramos lo
que podemos. Somos pobres, pero gracias a la vaquita vamos viviendo”.
Luego de dormir un rato a un costado de la vivienda y siendo aún de noche, el Maestro despierta al aprendiz para seguir la marcha. A poco que se habían alejado de la vivienda, le dijo: “Regresa a la casa, toma la vaca y
arrójala por el acantilado”.
El muchacho se espantó, pero, fiel a su voto de obediencia, cumplió con
las órdenes del Maestro. Su sentimiento fue de horror y nunca pudo superar el trauma que esta cruel instrucción le causó en su espíritu.
Años después, este joven aprendiz ya adulto y habiendo abandonado al
Maestro, tuvo en suerte volver a pasar por el mismo camino. Su espíritu no
pudo menos que sobrecogerse al recordar la terrible acción que había
cometido y buscó la pobre casita para enterarse cuál había sido el destino
de la humilde familia.
Le costó encontrarla… dónde antes había estado la humilde vivienda ahora
había un bella casita, con un jardín cuidado, una huerta, flores y varios
animales de corral.
“Pobre gente” -pensó para sus adentros- “… con mi ciega obediencia, al
matar su vaquita les causé un daño irreparable y tuvieron que irse…”. Se
acercó y golpeó sus manos para llamar la atención de los moradores.
Un hombre mayor salió a recibirlo, su rostro denotaba felicidad y su ropa
era prolija y agradable… le resultó vagamente conocido.
“Señor” -preguntó- “me podría decir qué fue de la familia que vivía en
esta casa años atrás?”
“Pues… Usted verá… nosotros vivimos en esta casa desde siempre, nunca
ha pertenecido a otra familia”
Sorprendido el joven insistió: “Pero, aquí vivía una familia humilde a la
que tuve la suerte de conocer hace muchos años atrás, acaso son la misma
familia que conocí?, cómo hicieron para progresar tanto ?”
“Ohhh… no lo recuerdo… pero ya que pregunta no tengo inconveniente en contarle… nosotros vivíamos de una vaquita que nos daba la leche y con ella nos arreglábamos para subsistir. Cierto día, la vaquita murió
despeñada en el barranco y tuvimos que aguzar nuestro ingenio para
sobrevivir. Mis hijos empezaron una huerta y sus productos nos alimentaron y nos permitieron abastecer el mercado local, yo aprendí las artes de la alfarería y me convertí en un afamado artesano, hoy vienen desde lejos a comprar mis piezas, mi esposa retomó sus trabajos de costura y sus prendas también son requeridas a kilómetros a la redonda Prosperamos y las penurias de la pobreza acabaron para nosotros…
¿Cree Ud. que si esta familia aún tuviese su vaca, estaría hoy donde se
encuentra?
Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida. Ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez que hayamos “matado” nuestras “vacas”

Prefiero que...

PREFIERO...
1. Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que vivo y no una noche entera cuando yo muera.
2. Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mi cuando yo muera.
3. Prefiero que hagas una sola llamada ahora que vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.
4. Prefiero que me regales una sola flor ahora que vivo y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.
5. Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.
6. Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que vivo, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.
7. Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que vivo y no un político epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.
8. Prefiero disfrutar de los mas mínimos detalles ahora que vivo y no de grandes manifestaciones cuando yo muera…
9. Prefiero escucharte un poco nervioso diciendo lo que sientes por mi ahora que vivo y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo, y ahora he muerto.
Aprovechemos a nuestros seres queridos, cuando aún están entre nosotros, después es demasiado tarde, solo nos queda su recuerdo..